El Baztandarren Biltzarra de este año ha sido, si cabe, más especial de lo habitual. Y es que esta gran fiesta de todos y todas las baztandarras ha cumplido 60 años.

Con gente nueva en la organización que dieron respuesta a principios de año a la necesidad de renovar Baztandarren Biltzarra Elkartea, estos jóvenes que aceptaron el reto de coger el testigo y con la ayuda de antiguos miembros, han logrado sacar adelante este día tan esperado.

A pesar de que la mañana empezase bajo niebla, desde muy pronto ya se podía sentir que no era un domingo cualquiera. Las ‘orgak’ o carrozas fueron llegando poco a poco a Elizondo junto con grupos de jóvenes que desprendían ganas de fiesta. Vecinos y vecinas de todos los pueblos del valle, ataviados con los trajes típicos o ya con sus disfraces a punto para realizar las representaciones del desfile, se cruzaban por las calles. Tras dejar las carrozas preparadas, fueron muchos los que aprovecharon las horas anteriores al desfile para almorzar, coger fuerzas y repasar todo lo que durante las semanas anteriores habían estado preparando con tanto esmero.

A medida que avanzaba la mañana, también se fueron acercando los miles de visitantes que cada año acuden a esta cita y que empezaron a coger sitio en las aceras de las calles principales por las que pasaría más tarde el desfile. A diferencia de otros años como el anterior, esta vez no hubo que buscar sombras bajo las que resguardarse.

A las 11:00 horas y con un tiempo perfecto para la ocasión, llegaba el momento de lucir las carrozas. De abrir el desfile, como ya es habitual, se encargaron los joaldunak de Ituren.

Tras ellos, las banderas de Baztan, Nafarroa y la Ikurrina, que en esta ocasión fueron portadas por antiguos miembros del Baztandarren Biltzarra Elkartea. Con este gesto quisieron agradecerles todos los años de dedicación y trabajo dedicados a promover, organizar y mantener este día, además del apoyo que han brindado a las nuevas incorporaciones para la organización de esta 60. edición.

Tras las banderas, las representaciones y carrozas de cada uno de los pueblos del valle, empezando por Almandoz y finalizado con Elizondo. Lamentablemente, este año no hubo carroza de Irurita. Por lo tanto, en vez las 15 carrozas que suelen participar, este año fueron 14. Y es que a pesar de tener la carroza lista y después de días de mucho trabajo, en el momento en el que se prepararon para trasladarla desde Irurita a Elizondo se les rompió el eje del carro. Sin tiempo para poder solucionar este percance y con mucha pena, los y las iruritarras decidieron no desfilar en esta edición.

En cuanto al resto de pueblos que conforman el valle, mostraron sus carrozas con el buen humor como protagonista.

Como siempre, se pudo ver de todo y no faltaron los curas, guardia civiles, ni, sobre todo, las risas. Vecinos y vecinas participaron en teatros preparados para la ocasión, haciendo disfrutar a un multitudinario público. 

Siguiendo a cada carroza, dantzaris y músicos provenientes de diferentes rincones de Euskal Herria: Txistularis de Baztan, Baztan ikastolako dantzari ttikiak, Baztango dantzariak, Elizondoko gaiteroak, Mendaur trikitixa eskola, Jare dantza taldea de Gasteiz, Irats trikitixa eskola, Otsagabiako dantzanteak, Baztango gaiteroak, Donibane Lohizuneko begiraleak, acordeonistas de la escuela de música de Baztan, Baztango xilubitariak, Oronozko herriko musikariak, Aurtzaka dantza taldea de Beasain, Etxahun alkartea de Barkoxe, Elai-Alai dantza taldea de Gernika, Arrola dantza taldea de Baigorri, Bigorriko gaiteroak, Luzaideko bolantak y Tuku-tuku txaranga de Elizondo.

El desfile finalizó en la Plaza de los Fueros, enfrente del Ayuntamiento, donde cada una de las carrozas, además de los grupos de baile, interpretaron por última vez el teatro o baile correspondiente.