Con el lanzamiento del cohete el miércoles a las seis de la tarde estallará la fiesta en Irurtzun, cinco días con sus cinco noches que arrancarán de la mano de Dani Saldise, que regresa al Osasuna Magna después de grande éxitos fuera de casa. El domingo será la cronoescalada de carretillas, una actividad que comenzó medio en broma y que estas fiestas celebra su 25ª edición, organizada por Pikuxar Euskal Txokoa. 

“Surgió en Larrazpi en 1997. Estábamos varios amigos hablando de que había que organizar algo para las fiestas. La cuesta del gaztetxe es dura y pensamos en subirla en carretilla, una especie de prueba de herri kirolak porque también está relacionada con el trabajo”, apuntan Txape Iriarte e Ipe Lizarraga, dos de aquellos jóvenes. Entonces pocos pensaron que 27 años después esta prueba continuaría viva, con una media de participación de 12 parejas, con algunas ediciones en las que llegó a 25.

Esta edición redonda, la de plata por el parón de dos años por la pandemia, será a partir de las 19.00 horas, en la calle San Miguel, entre Larrazpi y el bar Urtain. Las inscripciones se deben realizar media hora antes. Habrá dos categorías, de 8-14 años y a partir de 15 años. No tener carretilla no es excusa. “La organización tiene varias a disposición de los y las participantes”, apunta Txape, al tiempo que señala que “se agradece que las parejas lleven las suyas, y si están adornadas, mejor”, observan. 

Imagen de archivo de la cronoescalada en carretilla en Irurtzun. Xabier Unanua

La prueba es por parejas, sobre un recorrido de unos 400 metros con una persona tirando y otra sentada a modo de carga. Así, una baja desde Urtain y sube a la casa de cultura, donde se realiza el cambio de rol, un minuto cada uno cómo máximo. Por si fuera poco, en esta lucha contra el reloj deben salvar diferentes obstáculos, sobre todo en la bajada. “Es una especie de ginkana que pusimos sobre todo para aminorar la velocidad de cara a evitar accidentes”, apuntan Iriarte y Lizarraga. Y es que se deben realizar equilibrios sobre una rampa elevada, lanzar media docena de huevos a su compañero además de un tramo en zig-zag, con penalizaciones si no se consigue superar los obstáculos. 

“El primer año se hizo la subida a la casa de cultura desde la farmacia, con dos mangas. Pero era muy duro y al año siguiente se incorporó la bajada desde Urtain, con la inercia se sube bastante bien”, recuerdan. Además, en este ejercicio de fuerza, velocidad y destreza, nadie se va de vacío, con camisetas para todos los participantes. Para los ganadores habrá jamones y una cena en Pikuxar además de vino para las tres primeras parejas. 

 Irurtzun comparte la afición por la cronoescalada en carretilla con otros pueblos como Vila de Cruces, en Pontevedra, con quienes se hermanaron en 2010 en tierras gallegas, y el Principauté de Laàs, en el Bearn francés, con quienes hicieron lo propio en 2017, cuando acudió a Irurtzun una delegación de vecinos de este pequeño principado. Así, es más de una década en la que se suceden las visitas en ambos sentidos. Se prevé que el próximo domingo acuda un grupo de Laàs y otro de Urruña.

Esta explosiva prueba será el último día de fiestas, en la recta final de cinco días para aparcar la rutina y disfrutar, cada cual a su ritmo. Para ello, el Consejo de Cultura ha organizado más de medio centenar de propuestas en el programa oficial, que se complementa con el que organiza Barazki Gunea con actividades dirigidas sobre todo a la juventud en el antiguo mercado de Irurtzun.

Así, la oferta es variada, con conciertos de Trikidantzd el miércoles y el jueves de Dúo imperial al mediodía, Puro Relajo a la tarde-noche y Gabenara a partir de medianoche. El viernes serán Burrunba, Xaibor y Oihan Vega; el sábado Banbola y el domingo Joselu Anaiak. Respecto a los espectáculos, el sábado al mediodía llegará a la plaza de Irurtzun Zirika Zirkus con su espectáculo Hemendikara. Las propuestas para el sábado danzas con Ortzadar y Amico Teatro, con Kinki Games