Los campaneros y campaneras de Altsasu lanzarán este próximo miércoles el cohete con el que arrancarán las fiestas de la villa, cinco días de celebraciones que contarán con un amplio programa festivo que cuenta con un presupuesto de 126.844 euros, el más alto hasta la fecha.

“Geroa Bai quiere reconocer el importante papel que desempeñan en nuestro acervo cultural el conjunto de personas, que todos los días a las 12.00 horas, y de forma totalmente altruista, desde el la cruz del mayo hasta el día grande de las fiestas hacen sonar las campanas de la parroquia de Altsasu con el tradicional repique, sin olvidar la víspera de Santa Águeda y el día de año nuevo. Un toque manual de campanas, que por cierto, es hoy patrimonio inmaterial de la humanidad”, apunta el alcalde, Javier Ollo, al tiempo que recuerda que “lanzar el cohete es un honor que corresponde cada año a persona, colectivo o asociación al que el Ayuntamiento desea reconocer su contribución a nuestro municipio”. 

Según una regla no escrita determina que cada año le corresponderá a un grupo político tal honor, en virtud del resultado electoral. Así, en las primeras fiestas de esta legislatura corresponde a Geroa Bai, que obtuvo 9 de 13 concejales en los pasados comicios municipales. El próximo año será el turno de EH Bildu, la segunda fuerza en el consistorio altsasuarra con 4 ediles.

“El sonido de las campanas cumple muchas funciones, pero destaca la función comunicativa de estas. Bien lo sabemos en los pueblos y especialmente en épocas pasadas, cuando el distinto sonido del toque manual de las campanas era el medio de información a los vecinos y vecinas sobre diferentes acontecimientos, como robos, incendios o fallecimientos entre otros. Funciones que cumplían con anterioridad otros elementos como los cencerros y que el cristianismo adaptó pero que con motivo de la evolución de nuestra sociedad y especialmente al pasar de una sociedad agrícola a una sociedad industrial, fueron desapareciendo. Es por ello que la labor de nuestros campaneros y campaneras es tan importante”, destaca el alcalde. 

El repique de Altsasu cuenta con partitura recogida por Enrike Zelaia, artífice de su recuperación en los años 60, una vez Altsasu dio el salto definitivo a una sociedad industrial. Para que no cayera en el olvido, recogió los testimonios de antiguos campaneros en una partitura que donó al Ayuntamiento.