Las fiestas suponen un alto en el camino, una ruptura con el día a día que propicia el encuentro con amistades y conocer gente. Y es que aglutina a una comunidad en torno a una celebración y sus preparativos, una manera de hacer pueblo que Auzolanean Altsasu eraikiz promueve con una comida popular que desde hace una década se ha convertido en un acto imprescindible en las fiestas de Altsasu. El sábado reunió a unas 800 personas, en torno a 700 comensales así como 100 voluntarios y voluntarias en un auzolan que realizan con ganas para propiciar el encuentro de altsasuarras de todas las edades y cuadrillas en un marco festivo. 

En la comida había cuadrillas de todas las edades. N.M.

En un principio organizaron la comida diferentes colectivos para recaudar fondos para sus actividades. Pero no era tarea fácil dar de comer a tanta gente y desistieron en el propósito. Así, en 2016 se pensó que fuera en auzolan, por el pueblo y para el pueblo, y destinar los beneficios a diferentes proyectos en beneficio de la comunidad. La idea gustó y tras muchas asambleas y decisiones, la idea cogió forma. Lo cierto que es que voluntariado no falta, personas comprometidas con diferentes causas. Así, todos los productos utilizados se compran en el pueblo, mejor si son kilómetro cero. Además, huyen de alimentos procesados y nada de kétchup de bote para acompañar a la mini hamburguesa que se pudo comer a modo de entremés. También había champiñones en salsa y chorizo a la sidra. 

Como es habitual, la paella fue el plato fuerte, con 70 kilogramos de arroz y dos opciones, de carne ó de verduras para las personas vegetarianas. De postre coulant además de copa y café. Al menú le pusieron nota alta, comida rica y con fundamento para continuar el sábado de fiestas, día fuerte con variadas propuestas musicales, con conciertos de Ka Nakai y Bulego con la plaza a rebosar. Se calentaron motores en la sobremesa, muy animada con Pantxo Balbuena, conocidas canciones mexicanas que invitaban a cantar. 

Un grupo se encargó de fregar parareutilizar la vajilla en otra ocasión.. N.M.

En la comida popular de fiestas también se tiene en cuenta el medio ambiente, con recogida selectiva y sobre todo, reduciendo los residuos. Por ello, la vajilla es reutilizable y se friega en el momento. Para ello, cuentan con el centro de fregado del comando paella de Urdiain, con amplia experiencia en preparar grandes comidas. Lo cierto es que comparten conocimiento y material con el grupo de Urdiain y se volvió a mostrar que el engranaje funciona. 

Si bien los precios eran populares, 15 euros para mayores y 10 euros para txikis, esta comida da beneficios que se destinan a diferentes proyectos. Al igual que el pasado será para habilitar un local que les cederá el Ayuntamiento en la antigua sede de Sociedad Deportiva Alsasua. Por votación popular, a lo largo de estos años se ha destinado a la compra de mesas y sillas además de vajilla para 350 personas además de un equipo de música, infraestructura que está a disposición de todos y todas las vecinas.