La fiesta del Día del pastor-Artzai Eguna volvió este jueves a las calles de Eulate en Améscoa. Tras cuatro años de ausencia celebró su novena edición con una variado programa de actividades que fueron arropadas por alrededor de un millar de personas que disfrutaron de una jornada “espectacular”

La fiesta arrancó con la presentación de la puesta en escena de Pastoreando Historias, una producción teatral que puso en marcha el grupo local Astatalde que representó por las calles de la localidad 8 relatos basados en la memoria inmaterial de los pastores de Améscoa”, aseguró desde la organización, Ana Zuazola

También las labores tradicionales de los pastores como el esquileo y la preparación del queso tuvieron su representación en vivo a cargo de los hermanos Javier y Arturo Sáez de Jauregui. 

Así mismo, queserías como Goian, Larramendi, Remiro y Pérez de Albeniz sacaron a la calle su producción de queso que compartieron con el público asistente. 

Las hilanderas, hilaron y tejieron la lana recién esquilada incluso realizaron un bolso que se sorteó en la jornada de ayer en Eulate. JAVIER ARIZALETA

La jornada contó con varios puntos en los que se vio representada la vida diaria de los pastores a través de puestos donde se pudo ver desde los perros de pastor en los que había ejemplares de razas como gos detura, euskal artzai y pastores de Pirineos como los de Juan Carlos Urra (Zudaire): “se trata de una raza muy antigua y que ha estado siempre vinculada a la ayuda de nuestros antepasados con el ganado”. 

También entre los presentes había jóvenes pastores como Diego Arteaga, que a sus 28 años tiene claro que va a seguir adelante con la explotación de 80 cabras que posee en Zudaire y estuvo acompañado de su perro Bethoven, un monumental ejemplar de mastín de 77 kilos. En la exposición también hubo cierres de ovejas latxas y burros en varios rincones de Eulate. 

Momento emocionante para Isabel y Felipe acompañados de Ekia e Irune. JAVIER ARIZALETA

Uno de los momentos más especiales llegó con el homenaje que se rindió al matrimonio Isabel Ruiz de Larramendi y Felipe Aguirre que tuvieron que abandonar la actividad por cuestiones de salud en 2019 “dejar el trabajo de pastor fue el mayor dolor de mi vida” aseguró Isabel “para mí es el mejor trabajo del mundo”