Hace ya unos años David García Erviti, bajista y cantante del grupo navarro Puro Relajo, asistió en el Wizink Center de Madrid a un concierto de Roberto Carlos –el artista de Yo quiero tener un millón de amigos–. Al concluir el espectáculo, varios de sus ayudantes salieron al escenario con ramos de rosas rojas para que el cantautor brasileño repartiera entre el público, al mismo tiempo que les echaba besos de agradecimiento. “Me pareció un gesto bonito y romántico”, explica David al recordar ese momento, ya que él fue uno de los que se acercó hasta Roberto Carlos para recibir una de esas flores.

Le gustó aquella idea y la expuso a los otros cuatro compañeros de Puro Relajo –Jorge García, Txuma Gallués, Eneko Irigoien y Iosu Burguete– cuando comenzaron a hablar sobre cómo iban a celebrar en 2023 sus diez años en la música.

Los hermanos David y Jorge García Erviti lanzan flores amarillas al público. cedida

Generó debate entre el quinteto, pero finalmente consensuaron incluir esta iniciativa en sus conciertos en los que repasan éxitos de la música popular de todos los tiempos. David se comprometió a buscar el distribuidor adecuado. “En un principio repartíamos rosas y claveles de tonos variados, pero posteriormente preferimos que fueran todas amarillas, asociadas a nuestro color corporativo”, relata. 

Una media de 80

Al concluir la temporada habrán repartido unas 10.400 flores en los 130 conciertos que han ofrecido –una media de 80 por actuación–. “Nos hubiera gustado que siempre fueran claveles naturales, pero el ritmo de actuaciones lo hacía inviable”, relata el bajista de este conjunto navarro.

En las citas de Baluarte –dos pases seguidos el 11 de febrero–, en el Kursaal (San Sebastián) el 18 de marzo y en Bilbao el 1 de abril distribuyeron rosas amarillas naturales. “Eran frescas del día, las llevábamos en agua y llegamos a repartir más de 80 en cada auditorio”, rememora.

Eneko Irigoien atiende las peticiones de los asistentes. cedida

Sin embargo, posteriormente optaron por flores de tela porque “el ritmo de un concierto cada día o incluso dos hacía imposible disponer de ese volumen de claveles frescos y peligraba que llegaran marchitos a sus destinos”, cuenta.

El quinteto no improvisa al entregar este obsequio sino que sigue un guión con un significado que pretende que cale en el público. Tras dos horas de repertorio, interpretan un éxito de Nino Bravo como antepenúltimo tema. “Un beso y una flor da sentido a este acto final, ya que como versa la letra Al partir... un beso y una flor. Y así nos despedimos: antes de marcharnos de cada localidad, mandamos besos y lanzamos este regalo”, relata.

“Hemos recorrido más de 50.000 kilómetros en esta gira”

David García - Bajista y cantante

Como sintonía de ese momento, en los altavoces suena Para que no me olvides, de Lorenzo Santamaría, un clásico de 1975 que Puro Relajo ha incluido en su último CD lanzado este año y titulado: Esencial. Las flores amarillas de este grupo navarro se han esparcido por la península, ya que este año han recorrido más de 50.000 kilómetros –equivalente a una vuelta al mundo y un cuarto de otra– al actuar en Navarra, comunidades limítrofes y otras más lejanas como Catalunya, Galicia o la Comunitat Valenciana

Han sustituido las velas del pastel por las flores para conmemorar su décimo aniversario, y si han pensado un deseo en cada entrega como ocurre al soplar en un cumpleaños, tienen unos cuantos sueños pendientes.

(I-d) Eneko Irigoien, Iosu Burguete y David García. cedida