Lo que en un principio fue consternación en Tudela el pasado jueves ante la noticia entre sus conocidos de que había fallecido Pedro Oyón Villahermosa, se transformó en un "auténtico shock" cuando se supo este viernes que había sido asesinado de forma salvaje en un olivar cercano a Tudela. “Era una persona súper amable, muy educado y muy tranquilo”, han recordado este viernes algunas personas que trabajaron con él en el centro de Salud Este de la capital ribera.

Pedro Oyón, natural de Tudela de 68 años de edad, casado con Rosa Moya y con dos hijas de 24 y 23 años (Tamara y Andrea), vivía en el Barrio de Lourdes de Tudela y se había jubilado como celador del Servicio Navarro de Urgencias en el verano de 2020. De hecho, fue una de las personas a las que el Área de Salud de Tudela homenajeó en octubre de 2022 cuando se recordó a todos los trabajadores que se habían jubilado entre 2020 y 2022 y que por la pandemia no se les había realizado ese homenaje. Sin embargo, Pedro Oyón no asistió a la ceremonia por lo que no aparece en la foto de unos 20 compañeros que acudieron al acto.

El fallecido comenzó a trabajar en el Hospital Reina Sofía desde el comienzo, desde su inauguración en 1986, si bien lo hizo como pinche de cocina con 31 años y cuando este servicio se privatizó pasó a estar empleado en el servicio de lencería (limpieza de ropa) del centros hospitalario para posteriormente incorporarse como celador en el Servicio Navarro de Urgencias del centro de Salud Tudela Este (calle Juan Antonio Fernández), puesto en el que ya se jubiló hace tres años.

Lugar del asesinato desde el interior del terreno con la cinta de la Policía Nacional.. Fermín Pérez Nievas

Algunas de las personas que compartieron trabajo con él en alguna de estas facetas le recuerdan como una persona “pacífica, callada y que casi pasaba desapercibida de los educada y reservada que era”. Su mujer suele participar en las actividades que realiza el Centro Lasa, situado en el Barrio de Lourdes, y también con el Comercio Justo, en actos que tienen que ver con integrar a personas de orígenes diversos, dado que ella también llegó a Tudela desde otra provincia. “Un matrimonio encantador y muy respetuoso. Nos hemos quedado en shock con la noticia”, no paraban de decir este viernes.

El jueves el cuerpo fue velado durante todo el día en el tanatorio de San Francisco Javier en el Barrio de Lourdes de Tudela y se le ha incinerado este viernes al mediodía “en la intimidad familiar”.