A partir de mayo, el Ayuntamiento de Altsasu asumirá la gestión directa del servicio de alimentación y limpieza de la Residencia Aita Barandiaran, después de quedar desierto el procedimiento de licitación de este servicio en tres ocasiones. Para ello, el Pleno aprobó el miércoles por unanimidad tres modificaciones presupuestarias. La primera era de 23.225 euros para la seguridad social del personal de limpieza y cocina , otra de 75.696 para su retribución y una tercera por importe de 70.039 euros para el suministro de productos y servicios de alimentación. “Es para un periodo de ocho meses, hasta diciembre. De cara a futuro también se sacará a concurso el suministro”, adelantó el alcalde, Javier Ollo.

Asimismo, se aprobó inicialmente la modificación de la plantilla orgánica del Patronato de la Residencia Aita Barandiaran para incorporar los seis puestos existentes. “Se subroga el personal de la empresa adjudicataria, que pasa a tener contrato laboral indefinido del Patronato en sus actuales condiciones, Algunas personas llevan más de 20 años”, apuntó. Asimismo, recordó que dichas plazas se deberán sacar a concurso-oposición. “El euskera se valorará como mérito porque es personal que no tiene contacto directo con las personas usuarias y familias”, indicó. 

En relación a los puestos, cuatro son en el servicio de cocina. Uno es a jornada completa y otro con jornada parcial del 42,11% además de dos auxiliares con una jornada a tiempo parcial del 63,20 %. En el caso de la limpieza son dos auxiliares, con sendas jornadas de 66,40% y 55,60%.

Desde los inicios de la residencia, siempre se ha gestionado de forma indirecta, a través de diferentes empresas que resultaban adjudicatarias en los procedimientos de licitación que se ponían en marcha de forma periódica, aunque la plantilla se subrogaba”, apuntó el alcalde. El último contrato fue en 2021, con un periodo de un año prorrogable otros cuatro hasta un máximo de cinco. “En abril del año pasado la empresa comunicó al Ayuntamiento su voluntad de no prorrogar un más el contrato. Argumentó que debido al incremento del precio de los productos de alimentación, no quería continuar con el servicio”, recordó, al tiempo que destacó que, de acuerdo a lo establecido por la Ley Foral de Contratos Públicos, los contratos de servicios no pueden ser objeto de revisión del precio durante su vigencia.

Así, el Patronato puso en marcha un nuevo procedimiento, con un precio de licitación de 256.792 euros, 47.442 euros más que el anterior. Pero quedó desierto, al igual que otros dos. Es más, en el tercero no se incluía la obligación de adquirir los productos de limpieza.