A falta de contenido tras el rechazo por parte del equipo de Gobierno por la retirada de los presupuestos de 2024 en el orden del día, el pleno ordinario de marzo tuvo varias mociones no resolutivas que alargaron la sesión durante cerca de tres horas. Entre ellas la presentada por EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin en la que se pedía al Ayuntamiento la colaboración con la Korrika. Una partida que no había sido aprobada por el actual equipo de Gobierno y que contó con el apoyo del PP y la abstención del PSN. Un punto que marcó la discrepancia y en el que se criticó la utilización política del euskera como “arma política”. Lo cierto es que después de varías décadas en las que Estella-Lizarra ha apoyado esta iniciativa por el euskera, el actual equipo de Gobierno ha rechazado la entrada del consistorio en esta carrera popular en defensa del euskera. 

Una sesión que arrancó con la unánime adhesión del Ayuntamiento de Estella-Lizarra al protocolo general de actuación para la participación, impulso, apoyo y promoción de la red de destinos turísticos inteligentes (RED DTI), un instrumento de gestión inteligente para el turismo “a medio y largo plazo”, aseguró la concejala Cristina Pérez

Con todo, también las fuerzas progresistas se pusieron de acuerdo en sacar adelante la moción para recuperar el servicio municipal de asesoramiento en materia de vivienda que contó con el apoyo de EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin a pesar de la oposición de PP y UPN, desde donde se aseguró que ya se estaba trabajando en otra fórmula. 

En el turno de ruegos y preguntas todos los grupos de la oposición criticaron al equipo de Gobierno. Desde el PSN se criticó la falta de planificación. EH Bildu preguntó a través de su portavoz, Mikel Kolomo por el proyecto de ciudad gobernada “sin los votos suficientes”. También Blanca Regúlez (Geroa Bai) pidió mejor gestión municipal “porque para sacar las tasas o los presupuestos ustedes necesitan la mayoría que no tienen”. El pleno rechazó por unanimidad el intento de ocupación del Parlamento y los insultos recibidos por la presidenta, María Chivite.