La localidad de Auritz/Burguete dejará hoy constancia del recuerdo de las personas asesinadas por el bando sublevado en la Guerra Civil y de todas las que sufrieron represión en la villa tras el golpe de 1936. En su memoria hoy se inaugurará un memorial en presencia de familiares, arropados por el Ayuntamiento y la vecindad en un acto que contará con la presencia de la consejera de Relaciones Ciudadanas Ana Ollo.

El memorial es un proyecto que viene de la anterior legislatura, según un acuerdo del Ayuntamiento del 25 de abril de 2023, para hacer un Lugar de Memoria con el que reconocer la represión y el sufrimiento de las víctimas de la guerra civil y de la dictadura de las personas afectadas relacionadas con la localidad.

“Queremos romper el silencio que ha existido en Auritz/Burguete y en la población del norte de Navarra, donde no hubo frente de guerra, pero sí se sufrió la represión. El dicho repetido de que ‘aquí no paso nada’ no era verdad. Sí paso. Y con este homenaje como pueblo intentamos curar la terrible herida del silencio”, expresa el alcalde, Unai Iragarai.

El acto comenzará hoy a las 12 horas en el lugar donde queda instalado el monolito, en el frontón de atrás, y en el participarán familares de las víctimas, autoridades locales y del Gobierno de Navarra.

8 nombres

La presunta espía de Oiarburu, Evaristo Pérez Luquin, los hermanos Eguía Olaechea (Constantino, Isidora, Bautista y Luciano) Filomeno Urdiroz Apezarena y Julián Cantero Molina, son los nombres que quedan grabados para que no se olviden en la placa que hoy se colocará en el monolito (obra de Begoña Munarriz Guezala, de Garralda) sobre la piedra de la que surgen aves en vuelo. “Representan la libertad, el respeto y la convivencia, valores que se truncaron en la guerra y en la dictadura”, explica el alcalde. Al tiempo, Irigarai añade que “las aves salen de tres de los cinco orificios que tienen las piedras procendentes del derribo de la cárcel de Pamplona, propiedad del ayuntamiento. El monolito consta, asimismo, de unas losas también municipales y de Irache, uno de los lugares donde se fraguó la sublevación fascista”.

La ubicación, argumenta, también tiene su sentido ya que es un lugar céntrico muy frecuentado en el que hasta 1979 estuvo el cementerio del pueblo. Donde se ha colocado, añade, era la entrada del cementerio civil laico.

El joven alcalde de 23 años recalca la relevancia de este memorial. “Es importante saber y recordar a las personas que homenajeamos por su carácter, eran trabajadores de conciencia socialista y republicana, también vasquista, lo que supuso que arrasaran con ellos en un pueblo tan pequeño”. A pesar del tiempo transcurrido, opina que en Auritz/Burguete, “la herida aún no está cerrada y que es preciso reconocer el pensamiento y conciencia de las víctimas; la pérdida y el sufrimiento generado a sus familias durante décadas”.