San Martín de Unx ha sido testigo recientemente de un emprendimiento que promete revitalizar la vida local y aportar un toque dulce a la comunidad. Y es que Amaia Meléndez, una joven de 29 años, ha abierto El Horno de Pedro, un obrador de pastelería en su localidad natal, convirtiéndose en un ejemplo de cómo se pueden encontrar oportunidades laborales en los pequeños municipios y contribuir a la lucha contra la despoblación.

Amaia siempre tuvo claro que quería volver a su pueblo y trabajar para sí misma. Con estudios en dirección de cocina y experiencia en varias pastelerías de Navarra, decidió abrir El Horno de Pedro en honor a su abuelo, Pedro, quien siempre la apoyó y compartió con ella su amor por el campo y la vida rural. El negocio comenzó en la casa de su abuelo, aprovechando el espacio y la tradición familiar.

El Horno de Pedro no es solo una pastelería, sino es un reflejo de la conexión de Amaia con el sector primario: y es que para elaborar sus tartas, pasteles y dulces, utiliza productos cultivados en la finca familiar, como el aceite, vino, y almendras, integrándolas en sus recetas. La filosofía de Amaia es simple: aprovechar al máximo lo que ofrece la tierra y reducir la distancia entre el productor y el consumidor. "Al final lo caro de esto es la materia prima, pero si la tengo en casa, hay que aprovecharlo", comenta Amaia, quien no solo piensa en el presente. Tiene planes de construir una fábrica de turrón en el pueblo a finales de este año, lo que consolidará aún más su compromiso con el "metro cero", una extensión del concepto de kilómetro cero, pero aún más local. "La idea es, en un futuro no muy lejano, empezar a construir una fábrica de turrón, aquí en el pueblo con productos ya no kilómetro cero, sino, metro cero", explica.

Innovación y tradición 

El Horno de Pedro ofrece una amplia variedad de productos bajo pedido y también a domicilio, cubriendo gran parte de Navarra. Desde los tradicionales rosquillos de San Martín, cuya receta ha pasado de generación en generación, hasta cookies rellenas de nutella y tartas de queso con 12 variedades distintas; cada creación de Amaia refleja su habilidad y creatividad culinaria. Además, ofrece opciones veganas, adaptándose a las necesidades y preferencias de todos sus clientes. “Mi tarta favorita es la tarta de queso idiazábal y membrillo, aunque también tienen mucho éxito la de Lotus, la de Oreo o la Guinnes. Si alguien está interesado en consultar la carta completa, así como realizar un pedido, puede consultar la página web, www.elhornodepedro.es o la cuenta de Instagram @elhornodepedro”.

El Horno de Pedro Saioa Martinez

El obrador también funciona como un punto físico de venta, aunque sin horario fijo. Amaia utiliza las redes sociales para informar a sus clientes sobre la disponibilidad de sus productos y cualquier novedad. "Ponemos el horario en las redes sociales, no tenemos horario fijo porque también damos formaciones y clases de pastelería y cocina", añade.

Amaia no se detiene en la pastelería. Como profesora de cocina y pastelería, imparte cursos en la Cruz Roja y otros ayuntamientos. Con la futura fábrica de turrón, planea ofrecer más cursos en su pueblo, especialmente en épocas festivas, como la Navidad. "La idea es dar cursos aquí también de pastelería, cuando creamos la fábrica de turrón, que tendremos un sitio mucho más grande", comenta entusiasmada.

Contra la despoblación

Amaia es un vivo ejemplo de que las oportunidades laborales en los pequeños municipios son posibles. Su éxito no solo demuestra su talento y determinación, sino también cómo se pueden reinventar los negocios tradicionales utilizando las ventajas de la tecnología moderna, como las redes sociales y la venta en línea. "La idea extendida de que en los pueblos no hay oportunidades laborales no es así. Tú misma te las puedes crear", afirma con convicción.

La joven realiza personalmente las entregas a domicilio, reforzando la cercanía con sus clientes y garantizando la calidad de sus productos. Su emprendimiento es un faro de esperanza para otros jóvenes que desean regresar a sus pueblos y contribuir a su desarrollo.

El Horno de Pedro es más que una pastelería; es un proyecto lleno de amor, dedicación y un profundo respeto por las raíces y la tradición. Amaia no solo ha creado un negocio exitoso, sino que también ha demostrado que en los pequeños municipios hay grandes oportunidades. Con su ejemplo, San Martín de Unx se presenta como un lugar lleno de potencial, donde la innovación y la tradición van de la mano para crear un futuro prometedor.