La tafallesa Leire Arbona Puértolas es pionera en el ámbito de la tecnología biométrica, una rama innovadora que utiliza características físicas y comportamentales únicas para verificar la identidad de las personas. Como reconocimiento a su trabajo en la regulación de esta tecnología, el pasado mes de mayo Leire fue galardonada con dos prestigiosos premios: el Women in Biometrics y el Industry Advocate Award que otorga la Security Industry Association (SIA), la principal asociación del sector de la seguridad a nivel mundial en Estados Unidos a personas de todo el mundo que han contribuido a mejorar la seguridad.

En concreto, el primero reconoce mujeres que destacan en el mundo de la tecnología biométrica aplicada a técnicas de seguridad; el segundo, por su parte, va más asociado a las labores de explicación a legisladores y colaboradores en procesos legislativos de estas tecnologías. “Aunque los premios llevan mi nombre, siento que este reconocimiento es a todo Veridas, la empresa en la que trabajo. Todo el equipo tenemos claro que la tecnología no es a cualquier coste, debe ir siempre de la mano del cumplimiento; y si somos proveedores de soluciones de identidad, lo primero que hay que hacer es proteger esa identidad y proteger a las personas”, explica la protagonista.

“Me sentí emocionada y, al mismo tiempo, extraña. Se entregaron en el marco de un congreso de dos días y llegué sin tener claro lo que me iba a encontrar, ya que era mi primera vez en Washington. El día anterior al congreso había participado, junto con la SIA, en reuniones con miembros de la Cámara de Representantes y del Senado de Estados Unidos, y yo pensaba “qué hago aquí”. Estar rodeada de gente que considero muy relevante, con mucha representación de organismos gubernamentales y demás, fue un choque de realidad y un orgullo”, recuerda.

Tecnología biométrica

Este concepto, aunque pueda sonar algo complejo, es más habitual de lo que muchas personas se puedan imaginar. “La tecnología biométrica es lo que nos permite acreditar nuestra identidad en base a lo que somos. Cuando hablamos de identidad, esta se puede acreditar de tres maneras: algo que yo tengo (mi DNI o un dispositivo móvil al que me llega un SMS), algo que yo sé (una contraseña), o algo que yo soy. Ahí es donde entra la biometría, que son las características físicas, fisiológicas, conductuales que me definen a mí. Nuestros padres nos reconocen cuando entramos en casa por cómo decimos hola. Es eso mismo pero apoyado con tecnología”, detalla Leire.

Leire Arbona recoge premio en Estados Unidos Cedida.

Mientras expone el siguiente ejemplo: “los y las socias de Osasuna que lo desean pueden acceder al Sadar por la vía rápida únicamente con el reconocimiento de su cara, sin necesidad de ir con la tarjeta”. Y en contra de lo que muchas personas puedan pensar, ésta se trata de una tecnología muy segura. “En Veridas trabajamos mucho en explicar que no existe ningún riesgo si alguien nos roba los datos biométricos, y de ahí han venido los dos reconocimientos. La tecnología biométrica está basada en inteligencia artificial, una tecnología que es privada y segura por defecto y desde el diseño. De hecho, lo que compara esta tecnología no son dos caras, sino que coge esas imágenes faciales y las interpreta”, puntualiza Leire.

Donde las leyes no estén hechas

“Cuando terminé la carrera (estudié ADE y Derecho en la UPNA), soñaba con trabajar en un sector en el que las leyes no estuviesen hechas, y el de las tecnologías es un claro ejemplo, ya que la tecnología avanza muy rápido pero la legislación no tanto. Tener el reto continuo de ir descubriendo cómo aplicar lo que tenemos en regulación a la tecnología, y al mismo tiempo poder ir ayudando a construir la propia legislación me llevó a Veridas, una empresa de Pamplona que opera a nivel internacional donde nos dedicamos a dar soluciones de identidad que pueden ayudarnos a acreditar quiénes somos tanto en el mundo digital como en el físico”, cuenta la galardonada.

“Entre otras cosas, mi trabajo consiste en explicar el funcionamiento de esta tecnología para que cuando se regule y se utilice, se haga bien: que el legislador la conozca y la entienda es fundamental para no dejarse llevar por mitos o por riesgos de hace diez años que a día de hoy están superados; y al mismo tiempo que se emplee dentro de los usos que como sociedad democrática son éticos y legítimos”, finaliza.