Marta Lamata Franco será la encargada de ilustrar este año el programa festivo del municipio ribero gracias a su obra Carta al cielo. De entre una decena de participantes, el trabajo de esta adrianesa de 34 años, que ya ganó el concurso en 2014 (año desde el que no se había vuelto a presentar por falta de tiempo), ha sido el preferido del jurado.

Se trata, cuenta, de un homenaje a su abuela Loren San Miguel, que falleció el año pasado y a la que estaba muy unida. “La frase El gran orgullo de ser de San Adrián está inspirada en la letra del Corrido de San Adrián, que era una de sus canciones preferidas y que ahora cantan el Orfeón y los auroros, así que mi agradecimiento hacia ellos”.

Aunque a la idea final le dio una serie de vueltas, “sí que tenía claro que quería que fuese algo especial y diferente; creo que es un mensaje con el que se identifican muchas personas que han perdido a un ser querido y que es, precisamente en estas fechas, cuando más se les echa en falta”.

El mismo día que vencía el plazo para presentar las obras cogió un lápiz y un papel e hizo un primer boceto garabateado que después pasó a formato digital. “El cartel cuenta una historia; primero está esa frase que evoca un sentimiento de ilusión y de pertenencia; de orgullo de ser de pueblo, de San Adrián; las raíces y la tradición. Y después tiene detalles muy característicos de aquí: las Santas Reliquias, las cigüeñas, los toros, la iglesia de arriba y el porrón haciendo alusión al chupinazo. Además, los colores son los típicos de la paleta festiva; blanco, rojo y también negro, y el triángulo se asemeja un pañuelo. Pero es que, además, si lo giras, llega la sorpresa: es un sobre que engloba toda esa pasión festiva y va directo al cielo”.

“Estoy muy satisfecha con el resultado; era lo que buscaba y estoy muy agradecida por la aceptación que ha tenido. Más allá de la ilusión que supone ganar, es un orgullo haberle brindado este homenaje tan peculiar y especial a mi abuela. Es el primer año que va a faltar en fiestas, y le encantaban, así que de algún modo sí que estará”.

Su propia marca

El premio, 500 euros, lo va a invertir en seguir mejorando su marca Marlafrá; y es que, lo que empezó en 2011 con un blog de moda, se ha convertido en su pasión y modo de vida.

Después de hacer un grado superior de Ilustración y la carrera de Diseño, la adrianesa decidió emprender hace dos años. “Fue complicado y hay muchos baches, pero gracias al apoyo, sobre todo moral, de mi pareja, familia y gente cercana, sales adelante. Te tiene que apasionar y gustar mucho lo que haces porque no es nada sencillo”.

Con tres grandes ejes; organización de eventos, diseño gráfico y floral y personalización de accesorios de moda como toallas, fulares, bolsos o cuadros en los que plasma las acuarelas que ella misma pinta, se puede ver su trabajo a través de Internet (marlafra.com) y en las redes sociales