En la calle Jaime Urrutia de Elizondo se encuentran siete exposiciones de arte que capturan la esencia del valle y la creatividad de sus artistas locales. A lo largo de 400 metros, los visitantes pueden sumergirse en una rica variedad de expresiones artísticas, desde la pintura hasta la escultura.
En el número 3 de la calle se encuentra la primera de las exposiciones: la de Jose Luis Alzugaray Galarregui. Sus pinturas son interpretaciones personales de los rincones de Baztan. “Cuando salgo a dar una vuelta busco algo que me impacte, que me llame la atención”, explica el artista. “Para mí la pintura es diversión, es algo que tienes dentro y que quieres compartir, unos paseos por el valle que de alguna manera quieres compartir con el resto de la gente. Yo intento dejar fluir”, continúa.
Sin embargo, admite que este año ha notado una disminución en el número de visitantes. “Ha pasado un 20 o 25% menos de personas que el año pasado. La gente se para en el escaparate, pero luego no termina de entrar”, comentaba sin entender muy bien el por qué.
Siguiendo por la calle Jaime Urrutia, en la Casa de Cultura Arizkunenea se encuentran las exposiciones de Lesagibel y Tomas Sobrino Habans. La exposición de Lesagibel, titulada N-Estetika 5, se centra en la escultura mientras que, subiendo a la 1º planta, se pueden encontrar los 34 cuadros que componen la muestra factor TSH de Sobrino.
En ellas se pueden apreciar “el otoño, invierno y la primavera, además del mar”, tema que admite gustarle al autor. “La ruta del Arte es algo que hace el Ayuntamiento, pero porque era algo que ya ocurría de antes. Aquí se hacían exposiciones, empezaron la Ana Mari Marín, Montes… y claro, eso mueve a un tipo de gente que quiere verlas”, comentaba Sobrino subrayando la riqueza artística de la zona.
“Acabo de despedir a una cuadrilla de Pamplona que viene todos los años varios días. Porque claro, ahora hay una docena de exposiciones… Y en un día no es que no puedas ver, es que si ves una docena de exposiciones es como no ver ninguna, acabas agotado y no ves nada. Entonces vienen más de un día, a pasar el día, a pasear, a comer… es una excursión para un tipo de gente que le gusta el arte y para turistas, claro”, concluía.
Continuando con esta ruta, la próxima parada se encuentra en la Biblioteca Pública, donde se muestra la serie de 7 collages del artista Aitzol de Carlos que conforman la exposición Gorputzak.
Unos metros más adelante, en el número 26 de esta conocida calle, Jagoba Zubikoa muestra su exposición 'Somos vulnerables', compuesta por aproximadamente 24 esculturas hechas de madera de árboles caídos.
Zubikoa describe su proceso creativo como un diálogo con la madera. “Hago todo en talla directa, sobre la marcha. Si te equivocas, luego ya no tienes madera. Por eso tardo mucho en hacer una obra. Pero cuando me sale, me quedo a gusto. Me desahoga, me entretiene, disfruto…” cuenta.
Por último, en el número 48 de la calle Jaime Urrutia está el centro de exposiciones Mila-Ananda, donde exhiben sus pinturas Ana I. González Diez y Mila Esteban. En esta exposición conjunta se pueden encontrar más de un centenar de cuadros que incluyen, principalmente, óleos de paisajes locales y que son un reflejo de la pasión compartida de estas dos amigas por el arte.
Mila Esteban comenta sobre la dinámica del público: “Mucha gente de la que pasa por aquí se para... Pero atreverse a entrar, muy pocos”. No obstante, añadía que “los que vienen se interesan y es entretenido estar aquí”.