Tafalla pone el foco en la realidad LGTBI+
El Consistorio ha elaborado un diagnóstico para conocer la realidad que vive el colectivo en la localidad
El Ayuntamiento de Tafalla ha dado un paso importante para conocer de cerca la realidad que vive la población LGTBI+ en el municipio. A través del Área de Igualdad y Diversidad, el pasado 2 de abril se presentó en el Kulturgunea un estudio diagnóstico que busca saber cómo se sienten las personas LGTBI+ que viven o hacen vida en Tafalla. Qué necesitan. Qué problemas enfrentan. Qué cosas habría que cambiar. Y, sobre todo, cómo avanzar hacia una ciudad más inclusiva y segura para todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género.
El diagnóstico, que ha sido elaborado por EQUALA Iniciativas, una consultora de Igualdad referente en Euskal Herria, se ha desarrolló en tres fases entre septiembre y octubre del pasado año: una primera fase cualitativa a través de un grupo de discusión con perfiles técnicos; una segunda fase cuantitativa con encuestas a la población general mayor de 16 años, y en la que participaron 66 personas (18 identificadas como LGTBI+ y 48 que no lo son); y la tercera, una fase participativa elaborada con grupos de trabajo de perfiles LGTBI y personas técnicas.
Como datos generales, el diagnóstico estima, con datos recogidos del CIS en el año 2022, que el 6,8% de la población mayor de 18 años pertenecería al colectivo LGTBI+. Por su parte, el estudio IPSOS LGTB+ Pride 2023 asciende el porcentaje al 14%. En cuanto a los datos generales del Estado Español, el estudio IPSOS LGTB+ Pride 2023 recoge que un 18% de personas pertenecientes a la Generación Z (1997+) se identifica como LGTBI+, frente al 4% de los "boomers" (1948-1964).
Cambio, pero no suficiente
Uno de los mensajes más claros que deja el informe es que Tafalla es hoy más abierta a la diversidad que hace cinco años. Eso es un hecho. La gente joven habla con más naturalidad sobre sexualidades diversas, y hay menos prejuicios que antes. Sin embargo, ese cambio positivo convive con dinámicas más sutiles —y no por ello menos dañinas— que siguen limitando la vida de muchas personas.
Por ejemplo, muchas personas LGTBI+ todavía sienten que no pueden mostrarse tal como son. La visibilización sigue siendo un reto, especialmente en entornos amplios, como el ámbito laboral, educativo o incluso familiar. Según el informe, el 42% de las personas encuestadas afirman que prefieren no visibilizar su orientación o identidad principalmente por mantener su privacidad. Pero esa "privacidad" no es sólo una elección individual. Muchas veces viene marcada por la presión social, el miedo a las burlas, al rechazo o incluso al acoso.
Y eso se nota. Un 22% de las personas que respondieron a la encuesta asegura conocer a alguien en su entorno que se ha planteado irse de Tafalla por su orientación o identidad. Y es que cuando no hay espacios seguros, el deseo de irse —lo que se conoce como "sexilio"— aparece, sobre todo entre las personas jóvenes. Mientras, las mayores tienden a "rearmarse", es decir, a esconderse de nuevo tras una imagen más tradicional para protegerse.
Invisibilidad que duele
Aunque Tafalla no sea una ciudad especialmente hostil, eso no significa que todas las personas vivan con la misma libertad. En el grupo de discusión que formó parte del estudio, se recogieron testimonios que reflejan cómo a veces las discriminaciones no son explícitas, pero sí hirientes. Como en el caso de una chica lesbiana a la que dejaron de saludar en el portal, o padres que dejaron de hablar con otros padres por la orientación de sus hijas. Son gestos que, aunque no griten odio, sí siembran distancia y dolor.
Además, el informe confirma algo preocupante: más de la mitad de las personas LGTBI+ participantes han sufrido alguna agresión por su identidad u orientación. En total, 10 de las 18 personas encuestadas admitieron haber sido agredidas en algún momento, y 6 de esos casos ocurrieron en Tafalla. Las agresiones no se dan en lugares específicos: ocurren en las calles, en espacios de ocio e incluso en centros educativos. Y, aunque parezca contradictorio, muchas personas que no forman parte del colectivo no reconocen espontáneamente que haya zonas inseguras para las personas LGTBI+. Pero sí dicen, en un 40% de los casos, que conocen a alguien que ha sufrido una agresión.
Al Ayuntamiento
La gestión municipal en materia LGTBI+ recibe una valoración bastante positiva por parte de las personas que participaron en el estudio. De hecho, se le otorga una nota media de 8,2 sobre 10. Se valora el trabajo que ya se está haciendo desde la Concejalía de Igualdad, así como el apoyo a fechas clave como el 28 de junio (Día del Orgullo) o el 17 de mayo (Día contra la LGTBIfobia). También se reconoce la existencia de recursos como Kattalingune, LAIAK o La Kolasa.
Pero a pesar de todo esto, también hay críticas y muchas cosas por mejorar. Entre las demandas más repetidas, destaca la necesidad de ofrecer formación específica a personas que trabajan de cara al público. También se pide más interacción entre el Ayuntamiento y los colectivos LGTBI+, información clara sobre qué hacer en caso de agresión, y más campañas de sensibilización dirigidas a toda la ciudadanía. La educación, insisten desde el colectivo, es la herramienta clave para cambiar las cosas de verdad.
El informe también apunta que las instituciones no siempre llegan a todos los perfiles. Por ejemplo, las personas mayores LGTBI+ suelen quedar fuera de las acciones o recursos, o sólo se les atiende cuando hay una crisis. Lo mismo ocurre con adolescentes que, en muchos casos, no saben dónde acudir o no encuentran acompañamiento suficiente.
¿Y ahora qué?
A partir de este diagnóstico, el Ayuntamiento de Tafalla pretende diseñar un plan de acción más completo que ayude a garantizar los derechos de todas las personas, sea cual sea su identidad o su orientación. Las recomendaciones del estudio servirán como hoja de ruta para seguir avanzando, y para no perder de vista que la diversidad no se defiende con discursos, sino con políticas concretas, recursos adecuados y sobre todo, con voluntad de escuchar.
Tafalla ha empezado a mirar de frente la realidad de su población LGTBI+. Y ese primer paso, aunque no lo soluciona todo, ya marca la diferencia.