El próximo 14 de junio no será un sábado cualquiera en Tafalla. Ese día, el Grupo de Dantzas ha organizado una jornada especial dedicada a la dantza tradicional de Euskal Herria con actuaciones, kalejiras, bailables populares y música en la calle. Lo han bautizado como su propio Dantza Eguna, un día de celebración para devolver al pueblo el esfuerzo que durante todo el año hacen sus integrantes, muchas veces sin la visibilidad que merecen.
El Grupo de Dantzas de Tafalla es el más veterano y numeroso del municipio. Nació hace casi seis décadas y en 2026 celebrará su 60 aniversario. A lo largo de estos años ha sido parte fundamental del tejido cultural local, y aunque ya no tiene carácter municipal, mantiene una estrecha colaboración con el Ayuntamiento y participa activamente en actos oficiales, como las corporaciones del 15 y 16 de agosto, el Alarde de Txistularis y el día de San Sebastián.
Durante muchos años celebraron su día grande el 3 de diciembre, pero las fechas coinciden con otros muchos actos y sus actuaciones pasaban desapercibidas. Por eso decidieron cambiar el día, por uno en el que “haría más calor” y no hubiera “ninguna otra cosa, para ser nosotros y nosotras las protagonistas”. Este será por lo tanto un día para poner en valor su trabajo, para “que se vea en casa lo que se ven en otros tantos pueblos cercanos. Al final cuando bailamos en Tafalla siempre compartimos presencia con otros eventos y tal vez la gente no se quede al 100% con nosotras. Por eso la idea es que se durante ese día se vea todo el esfuerzo que hay detrás. Ensayamos dos veces por semana durante todo el año. Somos el grupo principal de Tafalla y creemos que merece la pena que se nos reconozca esa labor”, explican.
Para esta edición, han invitado a dos grupos con los que mantienen una estrecha relación: el grupo Larratz de Burlada y el grupo Goizaldi de Donosti. La jornada arrancará por la mañana con una kalejira de bienvenida, seguida de actuaciones individuales de cada grupo en la plaza, con pases de 15 a 20 minutos. Después habrá comida conjunta con los grupos participantes y, ya por la tarde, comenzará el dantza poteo acompañado por la fanfarre local, recorriendo bares del centro. A las 20:30 se celebrarán bailables populares con gaiteros en la plaza, abiertos a todo el público, y la jornada terminará con música de DJ en el Pasa.
Presente y futuro
Actualmente, el grupo principal está formado por 13 personas, 11 chicas y 2 chicos. A pesar de ser un número ajustado, mantienen una intensa actividad que combina actuaciones, ensayos y formación. Se reúnen dos veces por semana para preparar un repertorio que recorre distintas localidades de Euskal Herria. “Los bailes que representamos son tradicionales y los vamos adaptando, siempre dentro de nuestro folclore”, explican.
Sin embargo, durante los últimos años han tenido que afrontar una realidad preocupante: una brecha generacional que ha puesto en riesgo el relevo natural. “Antes, sobre todo desde la Ikastola y otros colegios, había una continuidad. Pero en los últimos años hemos visto cómo esa conexión se rompía. Por eso lanzamos un pequeño SOS en forma de academia”, cuentan.
Así nació en septiembre de 2024 la nueva academia de dantza, una iniciativa pensada para jóvenes que, saliendo de la educación primaria, aún no se sienten preparados para dar el salto al grupo principal o no quieren comprometerse con las actuaciones. Actualmente la integran cinco personas, todas chicas menos un chico, y la valoración no puede ser más positiva. “Están muy motivadas, tienen muchas ganas y están aprendiendo rápido. Se ha formado un grupo majo y ya han participado en algunas salidas, como la actuación en la corporación”, explican Iara e Idoia, miembros del Dantza Taldea. La academia busca precisamente eso: llenar ese vacío y crear una cantera sólida para el futuro del grupo. Las edades del alumnado rondan los 12 y 13 años.
Además, el grupo organiza cada verano un curso abierto a todo el que quiera aprender. No se trata de preparar futuras incorporaciones, sino de acercar la danza a quienes siempre han querido participar en los bailes populares de fiestas, pero no sabían los pasos. “Hay gente que se lanza a los bailables sin saber y se siente incómoda. Con este curso gratuito tienen la oportunidad de aprender los bailes típicos como el Zortziko o la Era, y disfrutar de ellos como parte de la fiesta. Suponemos que a finales de este mes anunciaremos qué día empezaremos otra vez con las clases”, dicen.
Este tipo de actividades se complementan con otras propuestas dentro de la oferta sociocultural del Ayuntamiento, como los “dantzamutis” de los jueves, donde personas de todas las edades se han podido reunir para bailar y aprender juntos hasta finales de mayo.
Rompiendo los roles de género
Una de las notas más destacadas del grupo es su compromiso con la ruptura de los roles de género en la danza. Tradicionalmente, muchos bailes estaban asignados solo a chicos o solo a chicas. Hoy, esto ha empezado a cambiar. “Nosotras hemos decidido que vamos a romper con esos estereotipos. Si una quiere bailar un baile que históricamente era solo de chicos, lo hace. Y si no hay suficientes chicos para formar parejas mixtas, nos adaptamos. Bailamos con pantalón o falda, sin importar el género. Lo importante es bailar”, aseguran con firmeza.
Un ejemplo claro es el de la Pilidros, una danza que tradicionalmente se baila en pareja chico-chica. Ante la escasez de chicos en el grupo, han optado por vestirse indistintamente y seguir adelante con la danza, sin que esto suponga un problema. “Lo importante es mantener viva la tradición, pero adaptándola a los tiempos”, concluyen.
