Tener un pueblo con cine es tener doble suerte. Y si la suerte hay que buscarla, no cabe duda de que en Isaba lo han hecho. El cine de Isaba, el último cine del Pirineo, se fundó en 1952 al amparo de la parroquia, con el párroco José Mari Labiano y antes, con su predecesor, Juan Ordoqui, el pueblo ya gozaba del cine mudo, por lo que apuntan a la década de los 40 el origen de su funcionamiento. En el momento de su fundación, el cine compartía casa con la escuela de párvulos. El traslado de esta y la compra posterior del corral anexo propició la edificación actual, en la calle Garagardoia, en la parte alta del pueblo.

Sala de proyección reformada con las nuevas y butacas, 133 plazas, anuncio de la fiesta. | FOTOS: CEDIDAS

Aunque sus luces se han apagado en ocasiones, desde entonces, hasta nuestros días, la magia del celuloide ha alimentado los sueños e ilusiones de sus vecinos y también la de los habitantes del Valle de Roncal.

Parte de la Asociación Cultural Amigos del cine en una imagen reciente. | FOTO: M.Z.E

“Es imposible concebir Isaba sin cine”, dicen desde la asociación que se ocupa del mismo. Es la Asociación Cultural Cine de Isaba, fundada en el mes de marzo de 2004. En la Navidad del año anterior, coincidiendo con la vuelta las proyecciones a la sala, se iniciaron las conversaciones con el entonces párroco José María Mariño, y ese mismo año, el cine pasó de ser parroquial, a municipal.

El cine, también acoge el teatro Txintxilaire.

Ana Garcés, Belén Pilart, José Félix Garde, Ignacio Gorría, Sergio Gárate, Carlos Anaut, Julio Beretens, Mariano Tapia… son nombres propios de parte de la vecindad ligada a su historia, artífices de la creación de la asociación y del mantenimiento del local, con las sucesivas reparaciones de:carpintería, pintura, limpieza, taquillas, costura... “Un cine de pueblo en el que se implicó todo el mundo. En 2009 se reformó la cubierta, en 2017 los bafles, en 2019 le tocó a las cortinas del escenario y a la moqueta y en 2022, se colocaron las nuevas butacas (133 plazas). Se llevó a cabo una importante reforma eléctrica, dando lugar a un cine completamente moderno”, detallan sus miembros.

La asociación se encarga de un programa anual de proyecciones y tiene en cuenta que no coincida con otro tipo de actividades; de los turnos de taquilla y limpieza...Está abierta a quien quiera formar parte y todo el pueblo es miembro desde su creación.

El Ayuntamiento, desde que es dueño del espacio, lo gestiona y siempre se ha preocupado del cine, de su coordinación, programación turnos y actividades, añaden.

Aquel 2003, la primera película que se proyectó fue Piratas del Caribe en 35 mm y la última que se vio en ese formato fue Amama, en 2016. Ya en 2014, la asociación tenía problemas para conseguir cintas de 35 mm y hubo que adaptarse a la era digital. A partir de 2015 se cambió la forma de proyectar, y allí quedó la vieja máquina símbolo de una época.

“La adaptación a la nueva etapa simplificó mucho las proyecciones. Las películas venían de Bilbao y el chófer del valle las descargaba en la parada del pueblo. Llegaba en paquetes de 5 ó 6 rollos y había que colocarla en 2. Por eso en el cine de Isaba siempre había intermedio”, relatan. Desde entonces, el cine mantiene abiertas sus puertas con elección de películas para todos los públicos y con títulos de actualidad. Algunos de los últimos: El 47, La Infiltrada, Soy Nevenka, Gladiator II...“Este año hemos comenzado a proyectar cine clásico. Además, hacemos el ciclo de agosto cada verano (martes y jueves) con unas cinco películas”, detallan.

Jesús Buey de casa Molinero, les enseñó a montar y a proyectar, José Félix Garde, “montaba y proyectaba”, recuerdan. Posteriores incorporaciones a la sociedad pasaron con el tiempo de espectadores a proyeccionistas,s iempre de forma voluntaria.

Contenedor cultural

Más allá de la pantalla grande, el cine del pueblo es un contenedor cultural, constatan. A su escenario se han subido niños y niñas de varias generaciones a ensayar obras de teatro, acoge proyecciones, Festival de Montaña y diversas actividades culturales. “Hay que estar pendientes del calendario”, dicen en la asociación, al tiempo que añaden que “socios y socias y las personas más involucradas se mantienen unidas en torno al cine”. En este sentido, sostienen que la juventud es la menos implicada, hecho que relacionan con su manera de consumir y con la despoblación. “La gente joven consume mucho cine, pero en otros soportes, no es asidua a las salas. Por otra parte, te implicas más si vives en el pueblo. Hasta que no has decidido quedarte a vivir en él, no te animas. Tenemos jóvenes de entre 20 y 30 años y , sobre todo, mayores, de 70 y más, personas octogenarias que hasta hace poco hacían turnos de taquilla”, mantienen.

El cine de Isaba ha sido a su vez un espacio estratégico en la Campaña Escolar de Esquí para albergar a miles de niños y niñas que han pasado por ella en sus cuatro décadas de vida. En él, durante 14 temporadas,el actor y educador, Iñaki De Miguel, ha desarrollado más de 600 actuaciones y ha impartido sus talleres, relatos y otras historias en las actividades extradeportivas que forman parte del programa. “80.000 personas navarras se han sentado en sus butacas, en las nuevas y en las viejas”.

Originario del vecino Uztárroz, De Miguel ha sido un habitante más de los pueblos del valle de los que creció disfrutando del cine con pasión, pasión que le ha llevado a poner el foco en este espacio para organizar un evento sin precedentes.

Día del cine de Isaba

Compartió su idea con el Ayuntamiento y los colectivos culturales y de trabajo: Kurruskla, Asociación Amigos del Cine y El Sabaiao: Mikel La Hidalga, Ana Rosa Ezquer, Alberto García, son nombres propios que han formado parte de la comisón organizadora. El grupo de teatro Txintxilaire estuvo en los primeros sondeos, pero finalmente no entró. La propuesta era hacer una fiesta del cine, recordar su trayectoria, con unos reconocimientos... “Inicialmente, chocó. Un proyecto grande a veces nos hace más pequeños y había muchas cosas, pero poco a poco se fue desarrollando en base a un planteamiento realista y a nuestro alcance hasta llegar a algo que es ¡súper bonito!”, expresa.

De Miguel pone por delante que “sin la colaboración de la gente no hubiera sido posible celebrar este día. El grupo de trabajo ha funcionado muy bien y el Ayuntamiento ha respondido con todo lo que se la he pedido, tanto el local como el resto de medios”, explica.

Será el último sábado de junio, día 28. Comenzará a las 10.00 horas con la presentación y el recibimiento en el Ayuntamiento de invitados: directores de la Filmoteca Vasca y Navarra, Josean Fernández y Alberto Cañada, y el reconocimiento al director de cine Montxo Armendáriz y a la productora, Puy Oria, ligados a la villa elegida como escenario de sus películas Secretos del Corazón y Obaba, el escritor Bernardo Atxaga, representantes del Gobierno de Navarra entre otros por confirmar.

Cien carteles

Acto seguido se inaugurará la exposición de carteles originales (99) un centenar de las cintas proyectadas en el local en su historia. La muestra llevará los pasos desde la plaza hasta el propio cine. La hace posible la colección del que fuera vecino, Felipe Ipas, ya fallecido, que, junto a Mariano Tapia y Valentín Urzainqui, formaron parte del equipo de voluntarios que se ocupó de su supervivencia.

Al filo del mediodía se estrenará el documental grabado para la ocasión Los sueños de cartón (39’) precedido de un NODO original de Iñaki De Miguel con música en directo. Habrá 4 pases: 2 por la mañana (12.30 y 13.30h) y 2 por la tarde (18.00h y 19.00h). El último acto será la clausura de la exposición a las 20.00horas.

El actor destaca el papel de Mikel La Hidalga, en la elaboración de este documental abierto con amplia participación de grupos, personas, cuatro alcaldes en 40 años de Ayuntamientos democráticos., proyeccionistas, taquilleros y taquilleras, limpiadores...

En realidad, resume, “es un día de agradecimiento a quienes empezaron y siguieron con su funcionamiento. No lo dejaron morir y el cine ha dado vida al pueblo y al valle”.