Bodegas Marqués de Montecierzo de Castejón muestra su pasado como prisión

Combinar historia, emoción y tradición es el objetivo de la Bodega Marqués de Montecierzo de Castejón, que la semana pasada inauguró dos nuevas experiencias enoturísticas que prometen revolucionar el panorama cultural y vinícola de Navarra: el Túnel del Tiempo y el Batallón 149. Este evento marca un hito en la propuesta de enoturismo de la bodega.

Ubicada en la antigua harinera de Castejón —un edificio centenario cargado de historia— la bodega presenta el Túnel del Tiempo, una experiencia inmersiva que permite a los visitantes recorrer las distintas etapas de la historia local y de la propia harinera / bodega, desde sus orígenes hasta la actualidad. Mediante efectos visuales los visitantes podrán vivir un viaje por el pasado, conectando el legado cultural de la región con el proceso de elaboración del vino.

Batallón 149

El Batallón 149 es un homenaje a los soldados prisioneros de la Guerra Civil Española que ocuparon este edificio durante un capítulo oscuro de la historia. A través de una recreación respetuosa y conmovedora, se rinde tributo a la memoria histórica, enmarcando la visita con contenido documental, objetos originales y testimonios que invitan a la reflexión. Una experiencia que trasciende lo enológico. “Queríamos ir más allá de una simple cata o visita guiada. El vino es también memoria, identidad, y una forma de contar historias. Con el Túnel del Tiempo y el Batallón 149, ofrecemos a nuestros visitantes la posibilidad de vivir algo diferente: una experiencia que emociona, educa y deja huella”, explicó la familia Lozano - Melero, propietaria de la bodega.

Joaquín Lozano explicó cómo una mujer se puso en contacto con él para ver la bodega donde había estado preso su padre. “Me trajo fotografías de su abuelo y me ha ido suministrando un montón de cosas y hace seis o 8 meses me mando algo que yo desconocía completamente, me mandó las nominas les pagaban 2,50 pesetas al día y si enfermaban y no trabajaban un día les descontaban 1,90 pesetas. En las bodegas hubo 5 batallones de presos pero de todos se ha centrado en el Batallón 149, “al que pertenecía la persona que me ha suministrado toda la información. De hecho todas las fotografías que he puesto son cedidas por familiares de Jesús Ariño Maruri, fotos reales de aquí de presos. Hay escritos de la época con Franco y una carta de Franco “enviar 1.500 presos a Castejón”, me apetecía ponerlo en valor, daros cuenta que ellos construyeron lo que es la doble vía ferrea Castejón-Zaragoza, llegando hasta Zuera y construyeron también la vía ferrea Castejón – Soria. Paralizaron la actividad de la harinera la confiscaron para meter a los presos empezaron a traerlos en febrero del 37 y estuvieron hasta finales del año 41 a partir de ahí volvió otra vez la actividad de la harinera”.

De harinera a bodega

Joaquín Lozano habló sobre su bodega que se construyó en 1910 como harinera, de hecho fue la fabrica de harina mas grande de España. Lozano compró la vieja harinera en noviembre del año 2002, que se había quemado en 1998 y estaba en ruina. “Con dos narices lo compramos y hemos restaurado todo el edificio nosotros, aquí no ha entrado ninguna empresa de construcción, entre dos empleados, mi hijo Roberto y yo, eso tiene un valor diferente, porque con dinero puedes hacer muchas cosas, pero cuando pones ilusión, trabajo y esfuerzo el valor que tu le das a ello y lo que para ti representa es otro concepto”, indicó Lozano.

Su primera intención era convertirla en bodega ya que tenían viñedo propio “y así lo hemos conseguido y hoy por hoy creo sinceramente que es un edificio único en cien kilómetros a la redonda”. La antigua harinera está catalogada por patrimonio y durante 5 años este edifico se empleó como penal, desde febrero de 1937 hasta final de 1941, “tuvieron presos a 5 batallones de gudaris, 3.500 personas presas y hemos recopilado con el paso del tiempo y los contactos fotografías, escritos, un montón de elementos que nos apetecía ponerlos en valor y que la gente que viniese aquí, viese y palpase la historia que hay en estas paredes, porque yo puedo contar cosas, pero si tu lo ves físicamente, es un valor diferente”.

Así han recopilado información desde 1910, que es cuando se constituyó la sociedad, y han realizado un recorrido por décadas hasta nuestros días, pasando por el período de la guerra civil y “queremos hoy bajar el telón y decir aquí estamos y esto es lo que ofrecemos y poner en valor que nos consideramos que somos una referencia en ese sector porque ofrecemos algo diferente, esto no es una bodega al uso, es una bodega con mucha historia, y eso es lo que hace que tu seas diferente”.

La restauración de la bodega la han realizado ellos mismos de una forma totalmente sostenible, recuperando todos los materiales para un edificio que tiene casi dos mil metros cuadrados por planta, sótano y tres plantas y viviendas. “El planteamiento económico era gordo, pero bueno dijimos como vamos a ir haciéndolo nosotros vamos a recuperar todo, todas las puertas están hechas por nosotros con la tarima del piso superior, todo el edificio esta construido en piedra. Mi padre y mi suegro han sido agricultores de toda la vida. Los hijos tienen que saber de donde vienen, por eso ese lema que hemos puesto ‘somos aquellos en lo que creemos’”.