El mundo rural, sus miedos e imposiciones, sus centenarias casas de piedra, su paisaje de siega y de mies, sus vecinos y vecinas decididos a ponerse en la piel de sus antepasados, todo se alía en Bargota para revivir la fiesta de la brujería y regalar a quien los visita, una experiencia única.
Y es que esta localidad de Tierra Estella saca sus tesoros desde el fondo de sus lintxos y desvanes, desde lo más profundo de sus bodegas. Los podías ver en el museo improvisado de aperos de labranza y utillería habitual de hierro. Lo hacen con los diversos artesanos que trabajan en directo la piel, también cuando los vecinos de Azuelo muestran lo que son capaces de hacer en la matanza del cerdo y los vecinos que pasean un pernil y una bota de vino para rematar sus tiempos de ocio. Las calles son un hervidero de sensaciones que atrapan a los mayores y sobre todo a los más pequeños que lo mismo pueden alucinar con la cabeza de Johanes en la mesilla de noche mientras el bruno duerme que ver los objetos de tortura en los que atrapaban los misioneros de la Inquisición a quienes se alejaban de las normas católicas.
Calles de Bargota
Y es que en las calles de Bargota se puede sentir el olor de la trilla, del ganado y del trajín humano que transita sus calles que ya se transitaban hace casi mil años, además de una historia en torno a la brujería que fue real. De eso se encargan cada año en Bargota “la verdad es que todos los años queremos hacer algo nuevo y que hay detrás mucho trabajo y que un año tras otro somos capaces de ponerlo en marcha”, aseguró Cristina Remírez, alcaldesa de la localidad, “por ejemplo, después de seis años hemos sido capaces de poner en marcha de nuevo las escenas que recogen algunos de los hitos de Johanes de Bargota a través del grupo local Garañando”.
Brujo de Bargota
Por que la realidad es que fue el personaje de Johanes de Bargota quien introdujo ese toque de brujería que ya había adoptado buena parte de la población desde tiempo inmemorial. Por eso es tan real sentir el dolor de los utensilios de tortura que tantos navarros padecieron en tiempos de la inquisición. También las pócimas y los ungüentos para combatir las torturas o el tarot para prevenir las calamidades.
La fiesta en Bargota continúa hoy con un taller sobre plantas medicinales y hechizos. Mañana martes srá el turno de las bodegas (previa inscripción) con la puesta en escena del espectáculo Natura del proyecto Música en cada Rincón del grupo Suakai.