Son 200 metros cuadrados más de plaza y un lugar para potenciar las virtudes de un pueblo íntimamente ligado al vino. San Martín de Unx ha incorporado a su patrimonio público Casa Muruzábal, edificio señorial ubicado en el corazón del municipio sin inquilinos desde hace al menos medio siglo.
Primero se abrió la puerta que daba a acceso al patio de la casa desde la plaza. “Yo la recuerdo toda la vida cerrada”, dice el alcalde Javier Leoz. Y hace cuatro meses tumbaron el muro que separaba ambas estancias. Patio y plaza son la misma cosa. Además de un nuevo cuarto de estar y un inmueble rehabilitado, los vecinos han ganado un bar y un pequeño supermercado. Lo han hecho sumando subvenciones. Hasta seis diferentes. “Fuimos el pueblo de España más pequeño con acceso a una subvención de ese calibre”, recuerda el primer edil a propósito del millón de euros que recibieron de Europa para el fomento del enoturismo.
Las ayudas llegaron a posteriori, porque cuando compraron la casa no había noticias de los famosos fondos Next Generation EU. Casa Muruzábal salió a la venta por 200.000 euros y, tras una negociación “que costó”, el pueblo la hizo suya por 130.000. Una cifra importante para una localidad de 400 habitantes cuyo presupuesto anual ronda los 500.000 euros. “Anduvimos pensando qué hacer, ‘la cogemos, no la cogemos...’, la idea era ampliar ese patio para tener más plaza, sin afán de arreglar la casa. Eran palabras mayores y en aquel momento no había capacidad económica para nada”, confiesa.
La compra se firmó unos días antes de la pandemia, tiempo en el que “yo creo que ya amortizamos el esfuerzo de la casa por la vida social que nos dio”, reconoce Javier. El alcalde dice también que el coronavirus tuvo “muchísimas cosas malas y alguna cosa buena entre comillas, que fue que movió muchos fondos europeos”.
Como San Martín de Unx había elaborado previamente un plan estratégico y “teníamos las ideas claras y gente muy buena trabajando en ese plan, cuando empezaron a moverse los fondos europeos, nos pilló con todo el trabajo hecho. Fue levantar la mano y recibir ayudas”. Fondos de recuperación, accesibilidad, eficiencia energética... así hasta los aproximadamente 1,6 millones de euros que se han invertido poco a poco en la casa. “La primera que nos dieron fueron 35.000 euros del Gobierno de Navarra para arreglar el tejado y estabilizar. Que se cae la casa en el centro del pueblo y tienes un problemón...” argumenta.
Después fueron llegando más ayudas, “una suma que para nosotros ha sido muy complicada, por lo que supone hacer un edificio conjugando seis subvenciones. Por ejemplo el aislamiento del suelo del bar es de una subvención, la cerámica de otra, el aislante de las ventanas de otra, la accesibilidad y la rampa de otra... y luego no hay que certificar cada una con lo suyo, no pasarte de fecha, que coincidan los números... tiene su historieta”, reconoce. Por eso, “son proyectos de los que o te enamoras o esto no se gestiona”.
Y aunque la idea original tras la compra, si las cuentas no salían, era vender dos plantas de la casa para hacer pisos, “luego la vida nos ha llevado por otros caminos, que tampoco sabes si es acertar o no acertar, porque esto al pueblo también le va a pesar”, asegura el alcalde sobre la inversión. Las subvenciones no cubren el total y en torno a un 20% del proyecto “va a costa del municipio. Y eso en un pueblo pequeño pesa”.
La casa y el vino
Javier dice que a veces le da “un poco de vértigo” como alcalde el hecho de gastar en un pueblo pequeño ese dinero. Pero reflexiona y cree que “no se trata ni siquiera de tenerlo para el pueblo. Se trata de tener una herramienta que es capaz de dinamizar un pueblo. San Martín de Unx tiene un potencial importante que es el mundo del vino y el turismo, como herramienta de promoción al pueblo y de generar economía. Y esto es un motor muy fuerte para que se genere economía en todo el pueblo”.
La nueva casa aspira también punto de información turística sobre el patrimonio del pueblo y esa singularidad de su vino de los aromas, “que es una clave nuestra, explicar por qué eso existe. San Martín de Unx tiene una zona muy concreta, un micro clima, un contagio aromático que es real, es física y química pura y se puede desarrollar en cata”. El edificio cuenta en su planta superior –en las dos primeras queda por determinar su función, aunque ideas hay, como trasladar las oficinas del ayuntamiento a esas estancias y habilitar como viviendas para el pueblo las actuales oficinas– con una sala para realizar actividades vinculadas al vino, estrenada hace aproximadamente año y medio. “Que lo cuente el alcalde parece que suena un poco prepotente, pero la capacidad que tiene un pueblo como San Martín de Unx de poner en valor el vino a través de una sala de estas es importantísima”, afirma.
Tienen el edificio, la singularidad de sus tierras y el potencial humano para destacarse por sus vinos: “Por un lado existe el material, esa singularidad del vino. Y sobre todo hemos tenido la suerte de contar con líderes muy fuertes que tiran del carro dentro del mundo del vino y la enología. Gente muy potente. La suerte del municipio es haber mantenido a esas personas remando en un mismo sentido. Yo siempre lo he dicho. Si algo se puede sacar de bonito de todo esto, es cómo un pueblo pequeño tuvo la suerte de conseguir que la gente buena, la gente potente, los líderes, se pusieran a trabajar por el bien común y por San Martín de Unx”, expresa el alcalde satisfecho.
El vino y esa colaboración, añade, “son nuestras palancas para contar con una nueva plaza, servicios como bar, tienda y nuevas infraestructuras, gracias a los fondos que hemos conseguido captar con muchísimo esfuerzo. Estos proyectos ya son el presente y futuro de nuestros habitantes, trayendo nuevas oportunidades y haciendo el pueblo más atractivo y habitable, como demuestran la compra de viviendas y el asentamiento de habitantes que estamos teniendo estos últimos años”, afirma.
San Martín de Unx cuenta en este momento con cinco bodegas físicas y otros diez pequeños proyectos, sin bodega pero con el sello y el origen de los vinos del pueblo. “Ese potencial lo tenemos que explotar, lo tenemos que poner en marcha. Este proyecto es la herramienta para transformar todo eso en reconocimiento, a nivel navarro, nacional o más allá. A veces me pongo un poco fantasioso, pero es una realidad”, finaliza Leoz.
En corto
Proyecto VIVID. San Martin de Unx capta talento joven en torno al vino y la viticultura para luchar contra la despoblación gracias al proyecto VIVID, un laboratorio de innovación rural. Más de 30 jóvenes, con estancias prolongadas, han realizado prácticas en bodegas del pueblo y han trabajado en una incubadora de proyectos relacionados con el turismo, la digitalización, la reforestación y la reactivación de la vivienda rural.
‘El vino de los aromas’. La Asociación Viñedos y Bodegas de San Martín de Unx, con 14 socios, presentó en noviembre una marca en común, ‘El vino de los aromas’, que pone en valor la singularidad de sus vinos y viñas. “Somos el único pueblo de España con una marca colectiva del mundo del vino”, dice el alcalde Leoz.