La desaparición de un cráneo encontrado en un yacimiento arqueológico en la zona de la Bardena Negra ha puesto en alerta a la Comunidad de Bardenas que ha puesto un anuncio de búsqueda en su página web. Un equipo de investigación pluridisciplinar está excavando un hallazgo muy interesante y especial, que se ha puesto al descubierto por los agentes erosivos al sur de la Bardena Negra.
Se trata de un covacho donde, quizás hace más de 3.000 años, enterraron de forma conjunta, aunque sucesiva, a las poblaciones que vivían en poblados en altura en lugares tan significativos como La Peña del Fraile, el Alto de la Iglesia o Monte Aguilar donde hace décadas se realizaron diversas investigaciones y se localizaron diversos asentamientos de la Edad del Bronce.
Según explican desde Bardenas “la escorrentía superficial dejó al descubierto una serie de esqueletos y restos óseos varios que se encuentran en proceso de recuperación e investigación. Hemos descubierto que se trata de enterramientos individualizados dentro de un mismo espacio por lo que resulta sumamente interesante poder adscribir cada cuerpo que rescatamos a un individuo concreto en aras a realizar análisis precisos que nos determinen quienes eran (ADN) y cómo vivían (patologías, edades, sexos…)”.
Sin embargo, han observado que desde la primeras fotos que realizaron del hallazgo fortuito a las otras que realizaron durante intervención científica, ha desaparecido un cráneo completo, posiblemente de una mujer, “de la que hemos documentado el resto del esqueleto postcraneal”.
Desde el equipo arqueológico y desde la propia Comunidad de Bardenas destacan la importancia de recuperar el cráneo robado ya que “es muy importante realizar un estudio contextual de cada enterramiento, por lo que se ruega a quien haya sustraído dicho cráneo (que fuera del estudio científico no sirve para nada), lo devuelva de la manera que estime oportuna a la Comunidad de Bardenas”. La desaparición del mismo se documentó el pasado mes de julio, durante la época de mayor número de visitas a Bardenas, si bien hasta el momento nadie ha acudido para devolver el cráneo sustraído.
La Bardena habitada
Son numerosos los yacimientos que se han excavado en Bardenas desde la década de 1950 y que han sacado a la luz poblamientos (dado el elevado número de restos de cerámica, como vasos y vasijas, y diferentes adornos encontrados), así como emplazamientos defensivos y enterramientos que proceden de un amplio marco temporal, desde antes de la Edad del Bronce (segundo milenio antes de Cristo) hasta bien entrada la Edad Media.
Según un estudio realizado por los arqueólogos Jesús Sesma y María Luisa García en 2018 se han localizado en Bardenas Reales un total de 267 yacimientos de muy diversa entidad, de los que 129 tienen ocupación en época protohistórica y 56 en época histórica. Hay que tener en cuenta que para realizar ese estudio no se pudo analizar algunos terrenos concretos, unos por la vegetación existente y otros por estar incluidos en el Polígono de Tiro, por lo que la cifra podría ser mayor.
Se han localizado en Bardenas Reales un total de 267 yacimientos de muy diversa entidad, de los que 129 tienen ocupación en época protohistórica y 56 en época histórica.
La cantidad de poblamientos habitados encontrados hace pensar a los investigadores que el medio era más húmedo en la Edad del Bronce que en época romana. Los estudios sobre la fauna demuestran que junto a las especies propias de Ribera, había lince y aves de bosque, propios también de climas más húmedos. También se ha descubierto que comenzó a degradarse a partir del siglo II. “No se produce una recuperación del paisaje vegetal, como consecuencia de las distintas fases de degradación/recuperación, las cuales ocasionan la pérdida del suelo, el empobrecimiento de nutrientes, salinización del suelo, abarrancamientos...”. Esto unido a la crisis del siglo III que afecta a la seguridad de los habitantes del Imperio, conlleva a la disminución del poblamiento, acentuada a partir de los siglos IV y V.
Según la distribución descubierta, de la Edad del Bronce (del 2.200 antes de Cristo al 750 antes de Cristo) existen 116 y a partir de entonces y hasta la ocupación romana la cifra alcanza los 103. Por otra parte, el poblamiento medieval es escaso en comparación con el de época romana. Se reduce a 11 lugares, de los que 8 son castillos: Peñaflor, Puy Aguila VI, Sanchicorrota, Cabezo de los Ladrones, Mirapeix, La Estaca, Monte Aguilar y El Fraile I y los tres restantes, Portillo de Santa Margarita es una ermita y Cabezo Gancho III y Tejera II son núcleos rurales.