La plataforma Erdiz Bizirik y la fundación Sustrai Erakuntza han acudido a los tribunales contra la autorización concedida para ampliar la explotación de la mina Rafael Sur del valle de Esteribar. Según denuncian, el proyecto impulsado por Magnesitas Navarra S.A. supone una grave afección a un espacio natural protegido y evidencia que el Gobierno de Navarra está “defendiendo y promoviendo los intereses de las empresas privadas”.

"Destrucción de zona ZEC"

La ampliación pretende extender la mina que Magna explota actualmente en Eugi, lo que implicaría que el hueco minero se adentrara aún más en la Zona de Especial Conservación (ZEC) del Monte Alduide, un espacio que incluye también el pastizal de Erdiz. Para las organizaciones, con este proyecto la empresa demuestra que “no solo pretende destruir el pastizal de Erdiz, sino todo el ZEC”.

A pesar de conocer las consecuencias ambientales del proyecto y “haciendo oídos sordos a las demandas de la ciudadanía”, el Gobierno de Navarra publicó el 22 de agosto de 2024 la autorización para la ampliación de la explotación. En octubre, Erdiz Bizirik y Sustrai Erakuntza presentaron un recurso de alzada ante el consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial, que finalmente fue desestimado, lo que ha motivado el recurso a la vía judicial.

Las entidades alertan de que sacar adelante este proyecto “puede sentar un precedente y abrir el camino para realizar actuaciones similares en áreas protegidas también en el futuro”, como podría ocurrir en Erdiz. Además, subrayan que, al igual que el proyecto de Erdiz, la ampliación de la mina “no cumple la normativa de protección ambiental ni del agua”.

En este contexto, recuerdan que, como ya ocurrió con el embalse de Itoiz, las centrales térmicas de Castejón o la mina de Zilbeti, el Ejecutivo foral vuelve a querer “dar luz verde a las empresas privadas para destrozar nuestra tierra y nuestro entorno”. Por ello, insisten en que los proyectos mineros de Rafael Sur y Erdiz “no son compatibles con nuestro modo de vida” y reclaman a las instituciones que paralicen su tramitación.

“No nos rendiremos: no permitiremos que las tierras comunales que aún quedan en Navarra, necesarias para sostener nuestro futuro, se regalen a multinacionales”, concluyen.