A las 19.00 horas del 24 de mayo de 1971 se firmaron en los bajos de la Casa Consistorial las bases de funcionamiento y regulación de la Biblioteca Pública de Baztan, entre el Ayuntamiento de Baztan y la Diputación Foral de Navarra. Una biblioteca que pretendía ser un lugar de encuentro donde los usuarios podrían leer, estudiar y encontrar libros de su agrado para llevárselos a casa para disfrutar con la lectura. El lugar que ocupó la biblioteca había sido, en tiempos, la cárcel de Baztan. Lejos de privar de libertad a la gente, la nueva biblioteca tenía como objetivo ahondar en la libertad de las personas y ofrecerles de un lugar donde su imaginación pudiera volar libremente.

Desde entonces ha llovido mucho y la Biblioteca Pública de Baztan, de la mano de la sociedad, ha cambiado bastante, pero durante cinco décadas la biblioteca siempre ha estado al servicio de los usuarios, siendo un lugar de encuentro, vivo y dinámico, aunque no siempre en el mismo sitio, pues, ha cambiado dos veces su emplazamiento, la última hace 11 años, cuando la trasladaron a su lugar actual, el número 38 de la calle Jaime Urrutia de Elizondo, la antigua Plaza de Abastos.

Sala de la biblioteca en su segunda sede, en la Casa de Cultura Arizkunenea

Sonia López Igartua es la actual bibliotecaria. Lleva 43 años trabajado en ella, desde que el 1 de marzo de 1978 tomara el relevo a Inés Zayas Iturria, quien relevó a María Ángeles Iturralde Arraztoa, la pionera en la Biblioteca Pública de Baztan.

María Ángeles e Inés gestionaron la biblioteca en su primer emplazamiento, en los bajos del Ayuntamiento, y Sonia ha conocido sus tres sedes. Ha sido partícipe de su evolución y de los cambios de la biblioteca, tanto de las distintas sedes, como de los cambios que ha habido en la sociedad y en la propia biblioteca.

Historia La biblioteca vivió sus primeros años en los bajos del Ayuntamiento. Sonia López Igartua, la actual bibliotecaria señala que "eran otros tiempos", y recuerda que entonces los alumnos de la escuela laboral pasaban toda la semana en la escuela y, como no tenían dinero y en invierno hacía frío, pasaban las tardes en la biblioteca. Era un lugar de encuentro, y aunque había pocos libros, muchos jóvenes se juntaban allí, a estudiar, a charlar, "y también a ligar". A Sonia le tocaba, a veces, ponerse firme, para mantener el silencio. Recuerda con cariño esos años, de 1978 a 1986, aunque reconoce que vivió momentos de soledad, pues la red de bibliotecas no funcionaba, había pocos medios y no había una estrategia clara de apuesta por las bibliotecas.

Acta inaugural del 24 de mayo de 1971, disponible actualmente en la Biblioteca Pública de Baztan

En 1986, a raíz de la remodelación integral de la Casa Consistorial la biblioteca cambió de lugar, instalándose en la parte trasera de la Casa de Cultura Arizkunenea. Un lugar mucho más amplio, mucho más coqueto y con vistas al río. En la nueva ubicación, también vivió un cambio de política respecto a las bibliotecas, y fue "la época dorada de la biblioteca de Baztan", afirma Sonia, recordando con pasión esos años. Se hicieron muchísimas actividades desde la biblioteca y mucha gente participó en ellas, se podría decir que en esa época se hizo biblioteca, se hizo piña y la gente empezó a sentirla como un referente. Por un lado, había más medios, el local también era mejor y por otra parte Sonia tenía más experiencia y más fuerza para sacar todo adelante.

Tras más de dos décadas en Arizkunenea, en 2010 llegó el último cambio. La biblioteca dejó la que había sido su casa desde 1986 para estrenar lo que hoy en día es la actual Biblioteca Pública de Baztan, en la calle Jaime Urrutia, a pie de calle, más cerca de su gente, con nuevo mobiliario y mejores prestaciones. Una biblioteca que cuenta con una superficie útil de 378,98 metros cuadrados en los que se ubican una sala de adultos, una sala infantil, una sala para grupos y zona informática con seis ordenadores. Un lugar donde la gente puede leer revistas, periódicos, consultar libros, trabajar en grupo o estudiar, entre otras cosas, además del préstamo de libros u otros artículos. Pero además de todo eso, es un lugar dinámico, donde se ofrecen sesiones de cuentacuentos, se presentan libros, o se organizan exposiciones.

Maqueta del Valle de Baztan instalada en la primera biblioteca.

Cambios Durante estas últimas cinco décadas han cambiado muchas cosas. En lo que respecta a la biblioteca, retrocediendo 50 años y revisando el acta fundacional de la misma, se puede leer que en 1971, se permitía la entrada en la biblioteca a los mayores de 13 años, y se permitía la salida de libros por un plazo máximo de 10 días, mediante el pago de la cantidad de 5 pesetas. Es evidente que esto ha cambiado, la biblioteca es un lugar de encuentro para personas de todas las edades, y desde hace muchísimos años no hay que pagar para poder disfrutar de libros u otros soportes que se puedan encontrar en la biblioteca.

Hoy en día, además, en pleno siglo XXI, están desapareciendo algunos soportes como el CD, el DVD€y aumentan exponencialmente los usuarios virtuales, de la misma manera que la implicación en las redes sociales es cada vez mayor.

Pero el mayor cambio de la biblioteca en estos 50 años de vida según López ha sido el de "desterrar el pensamiento, ya caduco, de las bibliotecas públicas cono lugares de solo lectura y silencio absoluto. Las bibliotecas públicas del siglo XXI son lugares de encuentro, de inclusión, de diversidad, de organización de actividades, y de fomentar y guardar el fondo local, la cultura de cada lugar. Bibliotecas dinámicas, vivías, integradas en la sociedad actual".

actualidad Con los años, el fondo de la Biblioteca de Baztan, que está integrada en la Red de Bibliotecas de Navarra, ha ido creciendo poco a poco hasta llegar a los más de 29.000 soportes que tiene en la actualidad, entre libros, audiovisuales y revistas.

La primera biblioteca se ubicó en los bajos del Ayuntamiento, en la antigua cárcel.

El último año, la pandemia ha traído otro cambio en las costumbres de lectura de la gente, López comenta que "a raíz de la pandemia, varios lectores han dejado de venir a la biblioteca a leer o a coger libros, y han sido muchos los que han optado por los libros electrónicos. No han dejado de leer, pero ha habido un cambio de hábitos".

Además de los diversos servicios que ofrece la biblioteca, Sonia piensa que se podría hacer más cosas si hubiera más personal, como por ejemplo, acercar los libros a la residencia de ancianos, donde hay mucha gente que le gusta leer, u ofrecer un servicio de préstamo en todos los pueblos de Baztan a través de una unidad móvil, quizás la próxima persona que venga a trabajar pueda poner en marcha otros servicios", comenta, pues el año que viene, en julio, Sonia se jubilará, tras más de 44 años al frente de la Biblioteca Pública de Baztan, "con un poco de pena, pero también con ganas, aunque no dejaré de venir y ayudar".