Marion Elizalde Howard es una joven de 17 años que vive en Ituren. Como bien indican sus apellidos, la navarra viene de un entorno diverso: el primero hace referencia a su familia de Zubieta y, por lo tanto, a su lado vasco. El segundo proviene de Birmingham, Inglaterra: “Con la familia de mi madre, el centro de la conversación siempre han sido los estudios. Por eso, siempre le he dado mucha importancia al sacar buenas notas y a mi educación”, confiesa Marion, alumna que cursa el Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College en Gales.

En un principio, la idea de la joven era estudiar en el extranjero la carrera. Sin embargo, un anuncio del prestigioso colegio galés en internet cambió todos sus planes. “Bromeando apliqué el lema de mi madre nunca cierres puertas y mandé la solicitud sin ningún tipo de esperanza”, afirma. Pero se equivocó. Entre miles de personas de todo el mundo, Marion fue una de las 500 seleccionadas por el comité inglés. Y tras superar seis pruebas, una de las 45 personas en poder acceder al UWC Atlantic College.

En la primera fase, la ittundarra respondió a varias preguntas que le enviaron a través del correo electrónico. Eran cuestiones densas donde debía debatir sobre los problemas globales y analizar ideas complejas como qué es mejor, una dictadura fuerte o una democracia débil. Tras superar el primer asalto, tuvo que ir a Gales porque fue escogida por el comité inglés y no español. “Al entrar por la puerta del castillo vi a muchos jóvenes nerviosos. Yo como ni quería ni pensaba ser aceptada, lo cogí todo con mucha tranquilidad. Decidí ser tal como soy”, explica Elizalde.

Una vez dentro, presentó un proyecto que había elaborado en tan solo 30 minutos y otro que traía preparado desde casa. Luego, actuó delante del públco y trabajó de manera grupal bajo la atenta mirada del comité. Por último, fue sometida a una entrevista cuyo objetivo era conocer y entender más la forma de pensar de la navarra. “Me preguntaron cosas como descríbete en tres palabras. A la que yo respondí lógica, apasionada y espabilada en inglés”, subraya. Y añade: “Cuando salí, sentí que lo había hecho bien en comparación con el resto, ya que veía que los nervios de los demás jóvenes no les dejaban comunicarse de forma convencional”.

Así fue. Su instinto no le falló. La navarra “ganó la pequeña competición” con mucho orgullo, pero el imaginar la mudanza le causó tal revuelo en su interior que pensó rechazar la oferta. “Claro que dudé. Es más, al principio tenía claro que lo iba rechazar, puesto que me había hecho a la idea de hacer el bachillerato en mi instituto con mis amigos y familia. Pero, después de hablar con muchas personas, me hicieron ver la oportunidad que era y al final, decidí ser valiente”. Y continúa: “Al fin y al cabo iba a ir a un colegio que encajaba perfectamente con mi ideología, me abría puertas de cara a los estudios universitarios y además me ofrecía asignaturas que captaban mi interés como son la Economía, la Política Global, la Física, las Matemáticas, el Español o el Francés”.

LAS VIVENCIAS Tras su primer año en el ilustre colegio galés, Marion tiene una idea forjada sobre cómo es compartir habitación con tres personas. “Me parece un proyecto súper interesante, ya que el intercambio de culturas es muy enriquecedor. Yo estoy en la habitación con una china, una noruega y otra española, y es fascinante ver las diferentes rutinas que tenemos cada una”. Eso sí, la navarra reconoce que “la falta de privacidad y el tener que cambiar mis costumbres para complacer a otros, algunas veces, se me hace difícil”.

Respecto a la distancia que le separa de sus seres queridos, la joven reconoce llevarlo bien ya que gracias a los adelantos tecnológicos puede contactar con ellos a menudo.

En cuanto al segundo año en Gales, Elizalde lo afronta con nervios y ganas por varios motivos. Por un lado, compartirá espacio con la futura reina de España, la princesa Leonor. “Es obvio que nos hace ilusión a todos. Si la realeza ha decidido mandarla allí es porque el colegio es verdaderamente bueno”, asegura. Ahora bien, a la de Ituren lo que le confunde es el hecho de que “en el colegio nos hayan dicho que la debemos tratar con total normalidad, haciéndola sentir una más, y sin embargo, desde un principio le están dando una bienvenida fuera de lo común donde supongo que la princesa se sentirá diferente”. Por otro lado, será la veterana del colegio porque este es su último año. “Siento que todo lo que he aprendido en mi primer año puede serme útil para ayudar a los nuevos a integrarse”, declara.

Y finaliza: “Voy con una mente abierta y positiva porque quiero disfrutar al máximo de la experiencia. No quiero arrepentirme de lo que no hice por tener la mente aquí”.