A pesar de que durante los últimos días había dudas de si Olentzero y Mari Domingi acudirían a Baztan a recibir el cariño de la gente, este año la pandemia tampoco ha sido un obstáculo insalvable para que ambos, acompañados por las burras Napo y Bixkor, y centenares de regalos, llegaran el día de Nochebuena al valle.

Hace más de 50 años que el carbonero acude a Baztan, concretamente a Elizondo, desde que el 24 de diciembre de 1969 Olentzero desfilara por primera vez, de la mano del CD Baztan. Fue un evento muy novedoso, en esa época pocos conocían a Olentzero. De todas maneras, año tras año fue tomando forma y ganando seguidores. Poco más tarde, Baztan Ikastola, que nacería en 1970, se encargaría de organizar el desfile de Olentzero, hasta hoy. Ha evolucionado durante más de 5 décadas, convirtiéndose en un acto cada vez más colorido y concurrido, y aglutinando cada vez más participantes, incluso Mari Domingi.

Aunque los primeros años el de Elizondo era el único que se celebraba en el valle, hoy en día, prácticamente en todas las localidades de Baztan reciben la visita de Olentzero y Mari Domingi. Cada pueblo organiza su particular recibimiento.

El Olentzero más multitudinario fue el de Elizondo, organizado por Baztan Ikastola, con la colaboración del pueblo de Elizondo y la Escuela Pública de Elizondo. Al igual que el año pasado, este año tampoco se celebró el tradicional desfile por las calles de la localidad, si no que el acto fue en el frontón Iriarte.

Olentzero y Mari Domingi acogieron a las familias que acudieron, por turnos, al frontón. Situados dentro de un rectángulo, las familias se colocaron alrededor, manteniendo la distancia de seguridad. Tras charlar con los dos protagonistas, las familias abandonaban el frontón para dejar paso al siguiente turno. Por las calles del pueblo también se notó que era un día especial, con la kalejira de los joaldunes de Aurtitz y la música de la Banda Recreo de Elizondo.

En Irurita también recibieron a Olentzero y Mari Domingi que llegaron del monte a la plaza del rebote, donde les esperaban, con gran ilusión, niños y niñas de todas las edades.