BERA - El Ayuntamiento ha aprobado una moción en la que se insta al Gobierno de Navarra a adoptar las medidas y convenios necesarios que procuren el desvío por otras rutas alternativas del transporte de mercancías que no tengan origen ni destino en la N-121-A. La moción se aprobó con 10 favorables (6 de EH Bildu, 3 de Herrirako y 1 de UPN) y una única abstención de un concejal de Herrirako.

En el amplio argumentario expuesto por el Ayuntamiento, se señala que “el alto número de vehículos pesados que transitan la carretera y los túneles de la N-121-A, establecen un nivel de peligrosidad inaceptable para los usuarios de esta vía y los habitantes de la comarca”.

El Ayuntamiento considera insuficientes las medidas de seguridad en los túneles, ya que “si a pesar de la obras realizadas en estos últimos 5 meses en los túneles de Almandoz y Belate siguen incrementándose el número de camiones que lo transitan como venía constatándose en los meses anteriores a su cierre, el inaceptable nivel de riesgo y alta peligrosidad de estos túneles, lejos de mantenerse, aumentará”.

En opinión del Ayuntamiento “las actuaciones llevadas a cabo apenas inciden sobre la prevención del principal factor de riesgo que tienen estas infraestructuras, es decir, el incendio de vehículos pesados en sus interiores y en caso de que este se produzca, el garantizar la supervivencia de las personas que allí se encuentren”.

Nueva Ley del Euskara Por otra parte, el Ayuntamiento también pidió al Gobierno de Navarra la redacción de una nueva ley del euskara que tenga una base sólida, que salvaguarde los derechos lingüísticos de toda la ciudadanía en igualdad de condiciones y que, mediante la oficialidad en toda Navarra, ofrezca cohesión y bienestar a la sociedad asegurando al mismo tiempo un futuro mejor al euskara. El Ayuntamiento enviará la moción aprobada con 10 votos a favor y la abstención del concejal de UPN a Euskarabidea, Kontseilua y a todos los grupos parlamentarioa de Navarra. La moción considera que “los derechos lingüísticos son derechos fundamentales, pero la Ley del Euskara nos impone obstáculos a las personas, ya que no nos reconoce el derecho a vivir en euskara en todo el territorio. Algo que crea tensiones, dificultando la cohesión social y la vida a las personas, difunde una mala imagen de la comunidad, al mantener la exclusión social por ley y no facilita el desarrollo del euskara. No es dinámica, no se ha actualizado a la par que se ha ido euskaldunizando la sociedad. Es un anacronismo”. - Aitor Arotzena