Sembrar empleo en Villava. Ese el objetivo del programa Haziera de activación juvenil e iniciación al trabajo, gracias al que 20 jóvenes de Atarrabia han intervenido para mejorar diferentes lugares de la localidad como la plaza del Fuero, el monte o el centro de jubilados. “Siempre se dice que los chavales no hacen nada, que están todo el rato con el móvil o durmiendo, pero cuando se les dan la posibilidad y las herramientas para hacer algo, se ve que responden. Estamos muy contentos con el resultado”.
Esa es la reflexión que realiza Iban Iturria, monitor del programa impulsado por el área de Juventud del Ayuntamiento de Villava, en coordinación con las áreas de Urbanismo, Obras y Medio Ambiente. “Es la primera vez que lo organiza solo el Ayuntamiento de Villava, ya que los ocho años anteriores se había realizado en coordinación con Huarte bajo el nombre de Pasarelas. Los chavales, de entre 16 y 18 años, tienen la oportunidad de acceder al primer contrato, el primer empleo y el primer sueldo. Hay una pequeña formación de uso de herramientas y prevención y 50 horas de trabajo repartidas en diez días”.
En el programa han participado un total de 20 personas en dos tandas: la primera, del 20 de junio al 5 de julio y la segunda, desde el 17 de julio hasta hoy. “Son todo chicos y chicas del pueblo, que vienen de la ikastola Paz de Ziganda, las Dominicas, Pedro de Atarrabia y Askatasuna”.
Las mejoras en Villava
“Hemos estado realizando diferentes actuaciones en el centro de jubilados, pintando las vallas, las paredes, los porches, las puertas o las macetas de la zona del monte, donde se ha rehabilitado el GR con pasamanos y bancos. Este último día, hemos estado en la plaza del Fuero haciendo una pequeña plantación”.
En esa labor, contaron con la ayuda de Óscar Ibáñez, oficial jardinero de Atarrabia, que se mostró muy satisfecho con la labor realizada. “Aprovechamos para que tengan un acercamiento con la naturaleza, que aquí hay mucha, y que obtengan valores de compañerismo, trabajo y respeto a las plantas. Han currado mucho”, destacó.
Los jóvenes “hacen piña”
Los jóvenes trabajaron con entusiasmo en la plantación. Urko Amatria Idoate reconoció que era más duro de lo que pensaba, pero que estaba siendo una gran experiencia. “Lo más complicado me pareció subir al monte y bajar con bloques de cemento porque encima se me olvidó ponerme guantes”.
Iker Otazu destacó la unión del grupo. “Ninguno de mis amigos se quiso apuntar y tenía miedo de cómo iba a encajar, pero desde el primer momento hemos hecho piña y ha sido todo muy ameno”.
Por su parte, Aitana Pérez confesó que pintar un valla durante cinco horas al Sol no había sido fácil. “Luego llego a casa y me echo una siesta y estoy como nueva para el día siguiente. Yo aconsejaría a todo el mundo que hiciera este programa si tiene la oportunidad”.
Por último, para Pablo Nieto, Haziera le ha sacado de la rutina. “Al final, en verano hay veces que no sabes ni qué hacer y la experiencia en general ha sido muy positiva. Justo al acabar el programa me iré de crucero con mi familia, así que podré disfrutar bien después de todo el trabajo”.