Síguenos en redes sociales:

Diez años de apuesta por lo local, lo ecológico y lo justo en Etxauribar

El grupo de consumo del valle, formado por 45 familias, organiza en común su cesta de la compra, que reparte una vez al mes en Bidaurreta

Diez años de apuesta por lo local, lo ecológico y lo justo en EtxauribarPatxi Cascante

Manzanas y peras de Cárcar, huevos Ekollaondo de Goldáraz, aguacates, mangos y chirimoyas de Almuñécar, almendras, nueces y miel de Bidaurreta, ajos de Falces, aceite de Cáseda y de una empresa familiar de Elche, quesos de Ekia de Roncal y de Lezaun, carne ecológica Sarbil (potro, ternera, pollo y cerdo), sal de Salinas de Oro, el pan y las galletas de Lakabe, los cafés, chocolates o azúcar de Intermon Oxfam, naranjas y mandarinas ecológicas de Valencia, arroces, harina y trigo El Alcaraban de Arguedas, conservas Monjardín, bacalao Eguillor, pizza de Mr Pizza de Iruña, Tximista para los productos ecológicos de limpieza del hogar, infusiones de Josenea o cosméticos naturales de Lumbier.

Su cesta de la compra mensual está muy bien surtida, además de incorporar productos puntuales y estacionales como los espárragos, o aquellos que ofrecen cada dos o tres meses para llegar a consumos mínimos. El grupo de consumo de Etxauribar celebró el pasado viernes en las piscinas de Etxauri su 10º aniversario apostando por lo local, lo ecológico y lo justo. Formado por 45 familias de distintos pueblos de este rincón de Navarra, su trayectoria demuestra que “desde lo pequeño y lo colectivo, se pueden impulsar cambios reales hacia un modelo más sostenible, justo y humano”, explican.

Desde su nacimiento en 2015, este grupo “ha sido mucho más que un canal de distribución de alimentos. Ha sido un espacio de encuentro, de compromiso y de transformación. Cada mes, familias del Valle se organizan para adquirir productos ecológicos, de temporada y de comercio justo directamente a productores locales, reduciendo intermediarios, apoyando la economía de cercanía y cuidando la salud de las personas y del planeta”, argumentan.

“Diez años es mucho más que una cifra. Es la prueba de que otra forma de consumir y de vivir es posible, y de que cuando las personas se organizan desde lo local, se construyen redes que sostienen y transforman el territorio”, aseguran.

En la celebración de su décimo aniversario no faltó la buena comida, asando unas txistorras y pancetas, los productos del valle y “sobre todo el encuentro entre quienes han hecho posible esta iniciativa: las familias participantes, las productoras y productores locales y todas las personas que creen en un futuro más verde y justo. Este aniversario es también una oportunidad para agradecer la labor imprescindible de quienes cultivan, elaboran y distribuyen los productos, y para animar a más personas a sumarse a esta forma de consumir que respeta los ritmos naturales, impulsa la economía local y fortalece el tejido social de nuestros pueblos”, añaden. 

El tope de 45 familias

Irene Antona, integrante de un colectivo que arrancó con 12 familias, explica que han ido creciendo “sin hacer publicidad. Más que nada ha sido el boca a boca y la gente que se ha interesado ha ido entrando. Y pusimos como límite las 45 familias porque si no se nos podía desbordar. Podíamos morir de éxito. La idea era acotarlo un poco para que no se nos desbordara, porque cada vez los pedidos son más grandes, y tiene su complejidad y su trabajo el la organización, la página web, llegar a los sitios etc...”. 

Antes saltaban de pueblo en pueblo para los repartos mensuales –los anfitriones elaboraban pintxos que vendían a un euro para el bote común– pero ahora siempre son en el frontón de Bidaurreta “por comodidad, porque 45 cestas no caben en las sociedades pequeñas de los pueblos”, explica Irene.

Comenzaron su lista de la compra con una tabla de Excel, “y ahora ya tenemos una página web donde hacemos el pedido on line con el carrito de la compra. Una semana antes se envían los correos a los proveedores. Ellos ya saben qué nos tienen que repartir y y con qué persona contactan. Y los encargados de esos productos llegan el viernes a la quedada, entregan los productos y ahí hacemos el reparto”, dice.

El reparto mensual de las cestas, que este viernes se realizó en las piscinas de Etxauri para celebrar el 10º aniversario del grupo de consumo.

Al margen del alimento, destaca que la iniciativa “aporta mucho al grupo y nos ayuda a socializar entre la gente del valle. Estamos gente de prácticamente todos los pueblos, es una forma de juntarnos e ir conociendo a la gente. Porque si no estábamos un poco como pueblos dormitorio”. Una más de las iniciativas para hacer valle de la Asociación Etxauribar Lanean: “Se ha hecho el carnaval, la Feria de las Cerezas, ahora hay un grupo de crisis ambiental que hace cursillos de agroecología... el grupo de consumo responsable es una actividad más que crea más tejido en el valle”, afirma.

Por último, Antona destaca los diez años del grupo, aniversario al que no es fácil llegar. “Ekoalde, una distribuidora de productos ecológicos en Navarra, está en contacto con los grupos de consumo. Y cuando les conté cómo había sido nuestra trayectoria y en qué punto estábamos les sorprendió y nos dieron la enhorabuena. Mantener un grupo de consumo tantos años, siendo autogestionados 100%, sin ningún tipo de ayuda, es un éxito. Llevarte la cesta de productos a casa es agradecido, pero requiere de esfuerzo e implicación de cada persona del grupo”.