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La Real Fábrica de Municiones de Eugi, del siglo XVIII, se pone de nuevo en valor

Fundada en 1766, fue un centro de producción de proyectiles de primer nivel, una fábrica-población en la que vivían 200 obreros y sus familias. Ahora, una nueva intervención quiere recuperar y consolidar sus restos arquitectónicos y arqueológicos

La Real Fábrica de Municiones de Eugi, del siglo XVIII, se pone de nuevo en valorPatricia Carballo

Hasta 200 obreros y sus familias vivían allá por 1767 en la Real Fábrica de Municiones de Eugi, que, impulsada por los Borbones en 1766, se convirtió en la primera factoría de suministro Real de España. Similar a la de Orbaizeta que llegaría después (1784), la de Eugi se proyectó como un centro siderúrgico de primer nivel, un lugar con auténtica tecnología I+D+I, que acabó siendo derruida por las tropas francesas en 1794. Fue destruida, pero sus ruinas son casi 260 años después, una de las representaciones más interesantes de la arqueología industrial de Navarra.

Aunque en los últimos años ya ha venido siendo objeto de importantes labores de recuperación, ahora, de la mano del Ayuntamiento del Valle de Esteríbar, acaban de salir a concurso las obras correspondientes al proyecto de conservación, adecuación y puesta en valor de la infraestructura, con un presupuesto de licitación de 1.426.375,08 euros (sin IVA). El plazo de ejecución de las obras en 10 meses, aunque para llevarse a cabo la intervención aún está pendiente la aprobación por parte del Ministerio de Turismo, del Real Decreto para la financiación de las mismas. Las ofertas se pueden presentar hasta el 31 de agosto.

Recreación del complejo fabril de Eugi en el siglo XVIII.

La idea, según figura en el condicionado, es “continuar con las labores de recuperación” que se iniciaron en el año 2012. “Durante las doce campañas de excavación realizadas hasta la fecha se ha sacado a la luz, limpiado, consolidado y estudiado una parte de las infraestructuras de este complejo fabril”, sin embargo, con esta intervención se pretende dar “un impulso” al proceso ya iniciado, para, por una parte, “frenar el deterioro de algunas de las estructuras a mayor escala”, pero, sobre todo, “acondicionar el lugar para que se puedan realizar visitas turísticas en condiciones óptimas de seguridad, mejorando la experiencia”.

Recreación de los talleres de cerrajería, limpieza y reconocimiento de municiones.

Así, tras un análisis “se han reconocido los aspectos a mejorar o reparar desde el punto de vista material”, de cara a establecer unas prioridades de actuación para conseguir como objetivo “aumentar el conocimiento de tan importante legado del patrimonio industrial”, consolidar las estructuras y asegurar la estabilidad de la Carbonera Mayor, lo que permitirá mejorar la visita y reparar las partes en mal estado de la canalización del río Arga. Además, el proyecto pretender “volver a poner en circulación el agua por el Canal de hornos”, lo que “supone la recuperación de una parte esencial del funcionamiento de la fábrica”, indica la memoria.

Nuevo recorrido para las visitas

Pero, y lo que es también muy importante, la intervención busca llegar a más público, de tal forma que se va a adecuar un recorrido para las visitas turísticas, con la ampliación de un área para el estacionamiento de vehículos, la reforma de los caminos y la colocación de elementos protectores frente al riesgo de caídas en desniveles. Asimismo, se van a colocar nuevos carteles informativos y de señalización “que mejoren la calidad de la visita”, se indica”.

En la Real Fábrica de municiones de Eugi se fabricaron esencialmente proyectiles, tanto huecos como macizos, de distintos calibres.

Por último, se quiere “adecuar un espacio en el interior de la carbonera mayor para la celebración de diferentes actos culturales al aire libre” y fomentar la difusión del “antiguo complejo fabril mediante el uso de nuevas tecnologías”.

Porque en el entorno de la fábrica de Eugi no hay cobertura, lo que permite desconexión total en la visita. No obstante, el proyecto ahora en concurso incluye contenido digital con vídeos y recreaciones de los puntos más característicos de la fábrica, que el visitante podrá consultar en la web antes o después de la misma.

El proyecto y la complejidada de la actuación

El proyecto de Conservación, adecuación y puesta en valor de la Real Fábrica de Municiones de Eugi ha sido realizado por un equipo multidisciplinar integrado por Laura Elvira Tejedor, arquitecta; Miriam Larumbe Vinuesa, arquitecta técnica; Ana Carmen Sánchez Delgado, arqueóloga; e Iñaki Diéguez Uribeondo, especialista en diseño gráfico e ilustrador. 

Recreación de la plaza de municiones, con al fondo, el Palacio donde residían los oficiales de artillería y, a la izda, las viviendas de los operarios.

Como paso previo, la intervención que se realice en la fábrica de Eugi ha requerido la autorización de los distintos departamentos: Autorización de la D.G. de Cultura – Institución Príncipe de Viana, Sección de Patrimonio Arquitectónico del Servicio de Patrimonio Histórico (Departamento de Cultura, Deporte y Turismo); autorización de la D.G. de Cultura – Institución Príncipe de Viana, Sección de Registro, Bienes Muebles y Arqueología (Departamento de Cultura, Deporte y Turismo); autorización de la D.G. de Obras Públicas e Infraestructuras, Sección de Explotación del Servicio de Conservación; autorización de la Confederación Hidrográfica del Ebro; autorización de la D.G del Servicio Forestal y Gestión Cinegética, Sección de Gestión Forestal (Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente); e Informe ambiental de la Oficina de Cambio Climático de Navarra, Sección de Calidad del Agua y Obras Hidráulicas (Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente).

La carbonera mayor almacenaba 27.000 cargas de carbón.

Además, como directrices y/o recomendaciones establecidos, se han adjuntado al proyecto un Estudio de Afecciones Ambientales y un Estudio Geotécnico.

Una fábrica de proyectiles, declarada Bien de Interés Cultural en 2016

En la Real Fábrica de municiones de Eugi se fabricaron esencialmente proyectiles, tanto huecos como macizos, de distintos calibres, aunque también y ocasionalmente, se hicieron encargos para ingeniería civil como las piezas necesarias de las compuertas del Canal Imperial de Aragón. Fue declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Navarra en 2016, no solo en la categoría de Monumento sino también como Zona Arqueológica.

¿Qué queda de lo que fue?

Hoy en día, los restos más relevantes que se pueden apreciar son los dos puentes sobre el río que eran la entrada y la salida al complejo (puente de Pamplona y puente de Francia), la obra de canalización del cauce del río y el canal que desviaba agua para mover las herramientas de la zona de producción, parte de los dos hornos de fundición, la envolvente de las dos imponentes carboneras, con los arcos diafragma sobre el cauce del río para sostener la estructura del piso inferior, y los muros de cerramiento hacia el río de los talleres y el Palacio contiguo, así como el nivel inferior de una torre de este edificio de dirección.

Además de los restos de mayor envergadura, también quedan estructuras de menor potencia correspondientes a edificios residenciales o de servicio, talleres, etc., así como restos de empedrado de calles y parte del trazado del Camino interno sur tallado en la propia roca.