Si alguien se ha quedado con ganas tras otro verano plagado de cohetes, comparsas, comidas populares y vacas, Atarrabia vuelve a esperar al otoño y se suma desde este sábado al carrusel festivo con ocho días de jarana. Su alcalde, Mikel Oteiza, repasa un programa que poco cambia –para que tocar lo que funciona– y la actualidad de un pueblo que afronta el inminente derribo de la fábrica de Iongraf

¿Cómo se presentan las fiestas?

Muy bien. Tenemos otra vez un programa oficial y un programa popular muy majo, con más de 120 actividades. Es muy participativo, con muchos colectivos que también se agrupan en torno a la Comisión de Fiestas Populares. Contentos porque otra vez volvemos a llenar ocho días de fiesta, que son un montón, y con mucha calle.

¿Alguna novedad destacable?

Siempre hay matices y alguna cosa que evoluciona. Por ejemplo, este año la pelota la hemos trasladado al frontón de Lorenzo Goicoa porque va a haber dos partidos del campeonato oficial del Cuatro y Medio y una exhibición de parejas, con un cartel impresionante. También se ha potenciado algún concierto más en la plaza Sancho, vuelve a hacerse el festival cultural Pachamama-Lak de la Asociación Nuevo Horizonte, asociación de personas migrantes, principalmente latinas, que funcionó durante muchos años, se paralizó y se ha vuelto a retomar.

El Chupinazo llega con homenaje a un vecino con ELA.

A Javier le diagnosticaron nada más jubilarse, con un proceso de deterioro importante. Se planteó la candidatura de ANELA y Javier Urroz y hubo un récord de participación en la votación popular, con más de 900 votos. Casi un 10% de la población. Las otras dos candidaturas también tuvieron mucho apoyo. Aquí ha habido ganador, pero no perdedores. 

A partir de ahí, ocho días que cierran la temporada festiva de la Comarca de Pamplona.

Es la última juerga diferente, de calle y con muy buen ambiente, antes de que empiece el invierno.

¿Cómo se compaginan en fiestas la Alcaldía, familia, amigos...? ¿Llega a todo?

Por una parte está lo que quiero hacer y por otra lo que tengo que hacer, que lo hago a gusto también. Llegas a todo echando el resto y agotándonos, y por supuesto con la complicidad de la familia. Si no es imposible. Yo bailo gigantes, que me encanta y es un momento muy divertido para mí. También organizo con la sociedad algunas cosas. Y me gusta estar en contacto con el pueblo, con la gente, potear... Intentamos llegar a todo. Y hay actos a los que voy como alcalde que son muy agradables. Por ejemplo, el concierto de la Coral en la iglesia el primer día de fiestas, que es una gozada.

¿Algún acto que le haga especial ilusión?

Más que acto, me gusta mucho el ambiente del lunes. Salimos sobre todo los de Villava, es el día de los disfraces, empiezas con el relleno a la mañana, muy nuestro, vermú, comida... También me gusta llegar al Pobre de Mí diciendo, ‘qué bien nos lo hemos pasado, qué a gusto y qué ganas de la próxima’. Llegar a ese momento sabiendo que ha ido todo genial es una sensación muy agradable.

El fin de semana posterior a fiestas, para rematar un Nafarroa Oinez en el pueblo.

En este caso sobre todo el trabajo lo lleva por supuesto la Ikastola Paz de Ziganda, con muchísima gente voluntaria involucrada. Como Ayuntamiento, nuestro gran reto es cómo pasamos de las fiestas y convertimos en unos días el pueblo en área de Oinez. Será una semana frenética para algunos servicios, sobre todo los de obras y servicios múltiples. Es un reto y les va a tocar echar el resto, pero es gente que le da cara a lo que le eches. También es cierto que para el pueblo es cañero, en vez de descansar tras las fiestas, encontrarse con una fiesta que aglutina a miles de personas. Pero es muy familiar, de día, y una celebración muy bonita en favor del euskera. De poner en valor la cultura vasca y el idioma. Una manera de pasar un día en euskera, que muchas veces se queda en el ámbito académico. Aquí lo sacamos a la calle. Y cuando pase el día 19 ya descansaremos.

La actividad municipal seguirá, con Iongraf como próximo paso importante. Ha costado, pero está a punto de adjudicarse su derribo.

Tuvimos que ampliar el plazo para presentar ofertas porque varias empresas habían pedido visita de obra. El plazo termina hoy, y adjudicaremos a la mayor brevedad para que empiecen a los derribos. Ha sido un proceso muy duro de tramitación administrativa. Ya sabíamos que iba a ser complicado porque se actúa sobre terrenos privados, interviene el departamento de Medioambiente, la CHE, el Ayuntamiento... ha sido un jaleo terrible. 

Ya ven la luz al final del túnel.

Sí. A la empresa le corresponde retirar el depósito, la uralita y el estudio de contaminación de suelos. Una vez que hagas esa separata, el derribo es sencillo. Y luego vendrá la siguiente fase, la reconversión de ese espacio en zona inundable, quitando la plancha de hormigón y naturalizando la ribera del río.

Quedan actuaciones importantes para prevenir las avenidas.

De forma paralela se está trabajando en el proyecto para sustituir el puente de San Andrés. Hay un anteproyecto y un modelo de puente elegido. El proyecto lo entregarán a final de año y los siguientes pasos serán buscar la financiación y aclarar algunas cuestiones de la subvención de 5,3 millones que recibimos. Las subvenciones de 2022 están concedidas en base a una memoria anterior, y los precios ya no se corresponden con los actuales. Se prevé que el nuevo puente costará bastante más de lo presupuestado; si se estimaba en algo más de un millón, probablemente sea el doble. La tramitación y la obra llevarán tiempo, vamos a tener que tirar de la prórroga contemplada en la subvención. 

Hace un año remodelaron el tráfico en el entorno de la calle Ezkaba y la rotonda de Bidaburua. ¿Están satisfechos con el resultado?

Mucho. Nos ha costado el enfado de la Comarca, porque para la gente que utilizaba Villava como enlace es más incómodo. Pero hemos conseguido reducir casi a la mitad los vehículos diarios que circulaban por el pueblo, de 11.000 a 6.000. A todo el mundo le digo que tiene que entender que no podemos pensar que nuestros críos, crías y jóvenes vayan al Gazteleku, a las instalaciones deportivas, al instituto o al colegio y tengan que atravesar una barrera de 11.000 vehículos al día. Es un disparate a nivel de movilidad y un caos. Además, ahora aquellos atascos que se generaban ya no se ven. Seguimos creyendo que el municipio todavía soporta mucho tráfico, pero la solución pasa por unos buenos enlaces por la ronda exterior. Dependerá también de cómo urbanice Burlada la zona de Embutidos Ciganda, si hay alguna calle que enlaza quizás Villava no soporte tanto tráfico.

Continúan con la reforma de las instalaciones deportivas.

Estamos en una fase de renovación importante. Hicimos las obras de piscinas de verano, y ahora se va a hacer una zona de entrenamiento y unas pistas de pádel, con una inversión potente de 700.000 euros. Con eso le queremos dar carpetazo a esta instalación deportiva, porque tenemos una zona con muchos metros cuadrados que era residual, con una pista de pádel y de tenis descubiertas que en verano no se usan por el calor y en invierno por la lluvia y el frío. Le queremos dar un impulso a las instalaciones deportivas. Fuimos pioneros en tenerlas, y se han quedado viejas. El pabellón polideportivo tiene 25 años, y ahí juega un equipo profesional. El campo de fútbol se hizo con el Plan Zapatero y ha superado su vida útil... hay inversiones que tenemos que acometer. 

El año que viene abre el nuevo centro de salud. ¿Qué uso se le va a dar al antiguo?

Queremos trabajar de manera participativa un plan de personas mayores. Hicimos un diagnóstico y ahora vamos a hacer un plan de acción. Tenemos la oportunidad de aprovechar ese local para ver qué es exactamente lo que queremos. Está claro que tendrá que ver con personas mayores, cuidados... va a ir orientado a eso. No sé si será un centro de día como tal, una jubiloteca ampliada o un servicio comunitario.

¿Qué más proyectos tienen en marcha?

Seguimos con el proyecto Berdea para reverdecer el urbanismo tradicional de cementazo duro. En Atarrabia hay seis plazas rojas, con una urbanización antigua. Hemos transformado dos y este año vamos a por otra. Y vamos a naturalizar el patio de Atargi, que es una plancha de asfalto. Sacamos la licitación, quedó desierta, y la sacaremos de nuevo. Continuamos con la adaptación al cambio climático que ya iniciamos en Ricardo Bel. Queremos transformar la avenida Pamplona, en la zona del polígono de las autocaravanas, para habilitar más aparcamientos y trasladar vehículos del centro. También nos gustaría hacer una urbanización sencilla de la campa de entrecementerios para que sirva de alivio para el aparcamiento. Y estamos valorando un carril bici que pueda engancharnos con el que está haciendo Burlada en María Azcárate, que nos llevaría hacia Sarriguren o hacia la Beloso.