El Transporte Urbano Comarcal ha incorporado esta semana seis nuevos autobuses propulsados por gas natural comprimido (GNC) con Garantía de Origen Renovable (GdO).

Estos autobuses, que se incorporan como adelanto de la renovación de flota, hacen uso de la instalación de suministro de gas natural para la flota de villavesas ubicada en las cocheras del Transporte Urbano Comarcal.

La incorporación de estos seis autobuses, según han informado desde la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona en una nota, "no estaba prevista en la planificación de reposición de flota y se enmarca en el conjunto de medidas que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, en el ámbito de su competencia, ha puesto en marcha para favorecer la resolución del conflicto entre TCC y el comité de empresa".

La renovación e incremento de la flota, así como el grupo de trabajo de expedición o el refuerzo de la inspección del estado de la flota, son "medidas orientadas a la mejora de la prestación del servicio y, por tanto, a la mejora de las condiciones de trabajo de la plantilla de la empresa".

Los seis nuevos autobuses han sido carrozados con el modelo New City GNC de Castrosua equipados con chasis Scania C 340C B4x2EI, con 12 metros de longitud y 92 plazas (24 de ellas sentadas).

Desde que la MCP aprobara en 2021 el II Plan de energías menos contaminantes del TUC para la progresiva sustitución de autobuses contaminantes, la MCP ya había incorporado 35 vehículos propulsados por GNC con GdO, los diez últimos el pasado mes de julio.

Los seis autobuses cuentan con motores de 251 kW (340 CV) de tecnología EURO VI-E. Todos ellos disponen de equipos de purificación de aire y cuentan con videocámaras de seguridad. Los nuevos vehículos cuentan con doble rampa (manual + eléctrica) de acceso para sillas de ruedas.

Se ha conseguido adelantar el suministro de estos seis vehículos para su entrada en operación en 2025 con el objetivo de "dotar a la flota del número de vehículos necesarios para adecuarse a la demanda".

Cada autobús ha supuesto un coste de 394.400,00 euros (sin IVA), por lo que el total de los seis vehículos ha ascendido a 2.366.400,00 euros (sin IVA).

Desde 2006 el número de villavesas ha pasado de 127 hasta las 169 con las que se estima que se cerrará 2025, lo que ha supuesto un crecimiento del 33%. También ha crecido el número de kilómetros realizado por los buses, "pasando de los 6,76 millones de 2006 a los 8,16 millones estimados para 2025, lo que ha significado un crecimiento del 20,8%".

La previsión es que al final de 2027 la flota esté integrada por 176 vehículos, "lo que supondrá que desde 2019, el ritmo de crecimiento de la flota se habrá duplicado, dejando la media de edad de los autobuses en 6,3 años".

El gasoil fue el combustible utilizado "de forma ininterrumpida" como propulsor de las villavesas desde la puesta en marcha de este servicio en 1929, hace 96 años. Cuando la Mancomunidad asumió la gestión del servicio en 1999 se partió de una flota integrada totalmente por vehículos con motor diésel.

Entre los años 2015 y 2016 se produjo "el primer hito" con la puesta en servicio de los primeros nueve vehículos híbridos que combinaban motor diésel y eléctrico. La incorporación de 66 vehículos híbridos entre 2017 y 2021 "permitió que esta tecnología supusiera ya en 2021 un 41,5% del total de la flota".

En 2019 se introdujeron los seis primeros vehículos íntegramente eléctricos que permitieron configurar la línea 9 UPNA-RENFE como "la primera línea 100% eléctrica de estas características en España". En 2021 fue aprobado el II Plan de energías menos contaminantes que planteó la sustitución de vehículos de biodiésel para conseguir una flota cero emisiones.

El abandono del gasoil y la incorporación de nuevos autobuses movidos con Gas de Origen Renovable cumple una doble finalidad: por una parte, las nuevas villavesas son 'vehículos limpios', "sin afección a la calidad del aire urbano, adelantándose a la delimitación de la Zona de Bajas Emisiones de Pamplona" y, por otra parte, son 'neutras en carbono', ya que "al utilizar gas con garantía de origen renovable se consume un combustible equivalente a un volumen igual de biometano inyectado en la red".

Con este paso, la Mancomunidad "se encaminaba hacia su objetivo general de ser 'Neutra en Carbono en 2030', siendo la primera entidad local del Estado en utilizar gas de origen renovable como combustible de los autobuses".

Entre 2022 y 2023 la MCP incorporó 13 autobuses propulsados por gas natural comprimido (GNC) y 6 híbridos GNC-eléctricos, en todos los casos con gas de Garantía de Origen Renovable (GdO). Entre 2023 y 2024 se sumaron a la flota 20 vehículos totalmente eléctricos.

La adquisición de los nuevos vehículos se realizó gracias a los fondos europeos dirigidos a la transformación sostenible del Transporte Urbano por los que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona recibió del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible (MITMA) 4,9 millones de euros.

Además de los 20 autobuses eléctricos (ayuda de 4 millones de euros) fueron instalados 20 puntos de carga lenta de 90 kw cada uno y la adaptación de cocheras para ese fin (ayuda de 910.580 euros).

Además de "no emitir gases nocivos para la salud humana vinculados a la quema del gasoil", los nuevos vehículos "son mucho más silenciosos, con lo que también contribuyen a atenuar el ruido en los entornos urbanos".

Finalmente, en 2025 la Mancomunidad ha incorporado 16 nuevos autobuses propulsados por gas natural comprimido (GNC) con Garantía de Origen Renovable (GdO), diez el pasado julio y seis en este mes de diciembre.  

ECONOMÍA CIRCULAR

Los residuos urbanos moverán los autobuses. Además, a lo largo de los próximos años será la Mancomunidad la que genere su propio biometano, tanto a partir de los lodos de la EDAR de Arazuri, como del tratamiento de la materia orgánica de los residuos urbanos en el nuevo Centro Ambiental de Imárcoain.

Este proyecto se enmarca en las políticas de economía circular a escala local, de forma que este biometano con origen en los residuos de la Comarca de Pamplona sirva de combustible para las flotas de los vehículos pesados de la Mancomunidad: los autobuses del TUC, los camiones de recogida de basura y los vehículos de mantenimiento del Ciclo Integral del Agua.

Una vez concluido este proyecto, la totalidad de los residuos orgánicos servirán como base energética para mover las flotas de autobuses y camiones de residuos, antes de proceder a su compostaje con fines agrícolas.

Desde que en el año 2014 la Mancomunidad comenzó a medir y a certificar la huella de carbono de sus servicios, el impacto de esta en el Transporte Urbano Comarcal se ha reducido un 30,1% hasta el año 2024 (de 14.291,4 a 9.989,4 tCO2eq), "pese a haberse incrementado la flota en un 17,3% (24 autobuses) en ese mismo periodo y los km recorridos anuales en más de 472.000 (6,2%)".