tristemente estos días mi casa, Huarte, ha sido noticia por unos hechos que ya creíamos definitivamente desterrados de nuestra sociedad. No perderé mucho tiempo en relatar la agresión que sufrí el pasado lunes en el Ayuntamiento por parte del concejal Espinosa porque no merece la pena dedicarle una línea más de atención.

Quiero, eso sí, hacer un llamamiento público a la plataforma a la que pertenece, Cambiando Huarte-Uharte Aldatuz a que desautoricen a este señor y reprueben públicamente unos hechos hasta por él reconocidos. Espero que no normalicen la violencia en nuestras instituciones y no pongan como cabeza de cartel para estas elecciones a un agresor reconocido. Los votantes de su partido me merecen un gran respeto y no creo que ese espectro social, tan necesario para mantener el Cambio en Huarte, toleren estas actitudes.

Una vez dicho esto me gustaría agradecer públicamente las incontables llamadas, guasaps, mensajes de Twitter, Facebook etc que he recibido dándome ánimos independientemente del color político o sin color político de ningún tipo. Los ánimos, aún cuando todos tienen el mismo valor, adquieren mayor relevancia por lo inesperado.

Y me centro ya en Huarte, donde desde el minuto uno he sentido el calor y el apoyo de toda la Corporación, trabajadores y trabajadoras, gente de la calle, etc. Desde estas líneas quiero reconocer la labor del GIH y concretamente a su portavoz, Iñaki Crespo, por su temple y su categoría política, y a Lourdes Lizarraga por acompañarme cuando peor estaba. Y por supuesto a Jokin y Sonia. Mil gracias.

También agradecer a Patricia de Pedro, del PP, por su apoyo del lunes, a veces cuando uno duda de todo se agradece que te corroboren lo que ha pasado delante de todos.

Un abrazo a todos los integrantes de EH Bildu, Edorta, Ana, Laura, Juan Mari y al alcalde Alfredo. No te separaste ni un momento de mi lado y esas cosas no se olvidan. Para mí ha sido un privilegio compartir ayuntamiento con todos vosotros.

Es posible que hayamos pecado de ceder espacio a actitudes intolerantes por, francamente no saber cómo reaccionar a quien te avasalla, pero cuando ya dices basta no hay marcha atrás.

Finalmente, lanzar un achuchón enorme a todos mis compañeros de grupo, en especial Idoia y Carlos, a todo Geroa Bai en general y de Uharte en particular, a toda la familia jeltzale que ha estado a mi lado y por encima de todos a mi propia familia que ha tenido que pasar un trago como éste. Gracias María y Paula por estar ahí sosteniéndome cuando las cosas van mal.

Termino. Huarte es un pueblo digno y me enorgullece formar parte de esta comunidad. Una comunidad que no va a tolerar actitudes violentas como éstas.

El autor es portavoz de Geroa Bai en Huarte