pamplona - La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Itziar Gómez, afirmó ayer que las obras que estaban pendientes para la instalación de regadío en 18 parcelas comunales de Murillo el Fruto saldrán de nuevo a licitación “con toda probabilidad” la semana que viene.

Durante una comisión parlamentaria, a petición de Navarra Suma, la consejera afirmó que el retraso en la construcción de los equipos de riego es un problema con el que se encontró al iniciar la legislatura y que, dada la urgencia del asunto, al llegar a su puesto dio las indicaciones para que los procedimientos “se acorten lo máximo posible”.

En concreto, un total de 137 hectáreas se han visto afectadas por la falta de riego y, por ello, los agricultores que tienen la concesión para su explotación agrícola están viviendo un perjuicio económico al no poder cultivarlas. Además, el Ayuntamiento también acumula pérdidas en este sentido. En 2017, cuando salió la primera licitación, la corporación municipal invirtió 442.172,06 euros para la construcción de la instalación, dinero que todavía no han visto amortizado puesto que las obras, que deberían haber acabado en septiembre de 2018, se paralizaron en junio de 2017. “Hemos perdonado dos pagos de renta correspondientes a dos semestres pero el próximo vamos a tener que cobrarlo”, explicó Arancha Murillo, alcaldesa. La primera edil afirmó que la consejera y su equipo se han puesto en contacto con ellos para buscar soluciones.

El problema se remonta al año 2015 cuando, tal y como explicó ayer Ignacio Gil, director general de Agricultura y Ganadería, con la entrada del anterior gobierno se vieron las cuestiones pendientes de la legislatura, entre las que se encontraba la mencionada equipación de las tierras. “Cuando decidimos presupuestar las obras nos dijeron desde Intervención que antes debíamos resolver los expedientes del Programa de Desarrollo Rural de otras localidades que estaban sin cerrar para poder llevar a cabo las de Murillo”, explicó Gil.

En marzo de 2017 se aprobó la convocatoria de las ayudas que habían pedido desde Murillo para la instalación del regadío en las parcelas comunales, incluidas en la Primera fase del Canal de Navarra. Finalmente, en febrero de 2018 la obra es adjudicada a la empresa Aquactiva Ambienta SL. por 748.900 euros, cantidad que suponía una baja del 22,7% frente al precio de licitación. Los repetidos problemas con la empresa adjudicataria llevaron en junio del mismo año a la rescisión del contrato y la paralización de la instalación, situación en la que todavía se encuentra. “La empresa se agarraba al más mínimo resquicio de los pliegos para justificar un incremento de los precios”, relató ayer Gil. En este sentido, Ignacio Gil defendió que “la decisión de rescisión del contrato con la empresa fue clarísima, no sólo por los retrasos más que evidentes sino también por otra serie de cuestiones que se fueron viendo durante el trabajo”.

Ayer, tras la exposición de los responsables del Departamento, Miguel Bujanda (Navarra Suma) pidió soluciones directas para los agricultores y para el ayuntamiento. “Pedimos que se haga algo políticamente para resarcir a los agricultores afectados y al ayuntamiento”, declaró. Por su parte, la consejera Itziar Gómez aclaró que desde su incorporación a la nueva legislatura, la comunicación con la alcaldía de Murillo ha sido constante para encontrar soluciones cuanto antes.