góngora - La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona moverá el 100% de sus camiones de recogida de residuos -98 en total- y el 60% de sus 148 autobuses de transporte urbano con el biometano que genere en la nueva planta de tratamiento de residuos proyectada en Imárcoain, además del biogás de Arazuri. Una medida que le permitirá ahorrar buena parte de los 7,2 millones de litros de gasoil (seis de las villavesas y 1,2 de los camiones) que gasta anualmente y que le convierte en el mayor consumidor unitario de combustible de la Comarca de Pamplona. “Nuestra huella de carbono es tremenda”, reconoce a este respecto el presidente de la MCP, David Campión. “Es un reto importantísimo en la lucha contra el cambio climático a escala local, y tenemos en una sola mano la recogida y gestión de los residuos y el transporte urbano. Lo podemos hacer”.

Con la recién finalizada Cumbre del Clima como telón de fondo, Campión repasa la situación actual y los objetivos de la MCP para reducir su huella de carbono. Empezando por el alimento de sus vehículos, “los que más consumen y de los que más contaminan”. El año pasado el 37,8% del CO2 emitido a la atmósfera por la Mancomunidad, 18.091 toneladas, procedió de la flota de autobuses (29,8%) y de camiones (8%). El vertido en Góngora, la otra gran fuente de emisiones, supuso el 53,8%, con 25.743 toneladas de CO2 equivalente sobre el total de 47.819.

“Con el biometano que se pudiera obtener a partir de los residuos orgánicos de la Comarca que llegan a Góngora y Arazuri, que ahora se queman para producir electricidad, el objetivo es no quemarlo y convertir ese biogás en biometano. Con los residuos orgánicos de la Comarca se acabó el gasoil que viene de Arabia Saudí, el combustible se fabricará aquí”, concreta. “Ahora se trata de aprovechar al máximo la energía local. Además, estaríamos en un claro ejemplo de Economía Circular. Con los propios residuos orgánicos de la Comarca se moverían los camiones de residuos y autobuses de la Comarca”, dice.

inertizar la materia “Nuestro objetivo no puede ser otro que alcanzar el 75% de reciclado de los residuos de la Comarca. A día de hoy estamos en el 38%”, recuerda David. Para llegar a esa cifra los dos pilares fundamentales son la máxima separación en el hogar, “con lo que podríamos llegar a más de 60%, y complementariamente, contar con una planta de tratamiento, obligatoria por ley, con la que llegaríamos a ese 75%”, explica David. Además, dice, “es la única manera de separar la materia orgánica que todavía quede en la fracción resto, y de tratarlo y de inertizarlo”, argumenta el presidente de la MCP. “Lo mejor es una planta única que centralice todo el tratamiento de los residuos, en la cual tengas una vía de entrada de materia orgánica limpia del 5º contenedor. De ahí sale compost para agricultura, medio ambiente, etc. Y con otra línea que va a separar la fracción resto, que cada vez tiene que ser menor (el contenedor verde) y de la que se tiene que extraer todo lo extraible. Se trata de inertizar esa materia orgánica residual, de manera que no provoque gases de efecto invernadero”, considera. “Y en todo ese proceso, que es lo que recomiendan desde la Comisión Europea hasta Greenpeace, si podemos obtener una fuente de energía renovable para mover la propia planta, para los camiones de recogida, para el transporte urbano... es casi un sacrilegio no hacerlo”, reflexiona.

separación en origen Con o sin nueva planta, una medida indispensable para la reducción de la huella de carbono de la Mancomunidad pasa, sí o sí, por casa. La separación en origen. “No da igual que no separes en casa si esto luego va a un centro tecnificado que lo separa todo. En absoluto. En primer lugar, porque no hay máquina que mejore el rendimiento de una persona separando sus residuos en casa, y en segundo porque los residuos que no se separan llegan contaminados a la planta, cuesta muchísimo separarlos y se reduce enormemente su capacidad de recuperación y reciclado”. Por tanto, la “otra pata” del proyecto es “incidir mucho más en la separación en origen, sobre todo con el proyecto de cerraduras en los contenedores, que casi cuadruplica la recogida de materia orgánica que se está haciendo en estos momentos. No es que abandonemos la recogida selectiva. Todo lo contrario. Hay que ampliarla”.

La normativa europea dice que en 2027 el 70% de la materia orgánica tiene que llegar separada. Y las cifras de la Mancomunidad apenas llegan al 15%. Sin embargo, en la prueba piloto desarrollada en Azpilagaña y Nuevo Artica con contenedores con cerradura y tarjeta la separación de materia orgánica se ha incrementado en un 382%, y la generación de resto ha descendido un 48%. La MCP tiene previsto licitar y empezar a instalar nuevas cerraduras en Pamplona en 2020. Posiblemente en dos fases y en un proceso que durará tres años. “Lo ideal sería poner la planta de tratamiento en marcha en 2023 y concluir a la vez la implantación de las cerraduras. Nos pondríamos en situación de cumplir los objetivos, ser legales y empezar a pensar en otras cosas”, concluye David Campión.

Huella de carbono. Es la cantidad de gases de efecto invernadero que emitimos a la atmósfera. En 2018, la MCP emitió 47.819 toneladas de CO2 equivalente. Para hacerse una idea, supone enviar a la atmósfera cada año un volumen de 23.909.650 metros cúbicos, como el pantano de Eugi.

Energía consumida. Los autobuses de transporte urbano comarcal son los principales consumidores de energía de la Mancomunidad con 49.682.809 kWh/año (el 50,03%). Y los camiones de recogida de basura alcanzan el 14,2% con 14.037.306 kWh al año.

La flota de autobuses. Un tercio de la flota de autobuses propia de la MCP es baja en emisiones. Con 148 vehículos, seis de ellos, incorporados este 2019, son 100% eléctricos. Y 40 híbridos eléctricos-gasoil. En 2018, los 33 autobuses híbridos con los que contaba la MCP ahorraron 225.284 litros de gasoil y dejaron de emitir 606 toneladas de CO2 a la atmósfera. Durante 2018 se alcanzaron 39.007.901 viajes, lo que supuso el máximo histórico hasta la fecha, con un incremento de 2.018.421 respecto al año anterior. Fue también el cuarto año consecutivo de crecimiento.

La flota de camiones. La componen 98 vehículos de recogida de basura lateral. En este momento son todos de gasoil. 12 de recogida trasera, 36 de recogida lateral, 23 furgones, 3 de poda y 24 vehículos especiales. Y ya en 2020 el 40% de la flota de vehículos propios de SCPSA serán eléctricos, y se han incorporado vehículos de gas natural en los camiones de reparaciones de averías del Ciclo Integral del Agua.

110.000 euros de multa. La MCP ha pagado en lo que va de año esta cantidad al incumplir la normativa foral por el vertido de residuos sin tratar en Góngora, además del canon anual de dos millones de euros, 20 euros por tonelada vertida. Unas cantidades que repercuten después en el recibo de los residuos que paga el contribuyente.

7,2

Millones de litros de gasoil gasta la MCP al año en sus vehículos, seis en los autobuses del transporte urbano y 1,2 en los camiones.