Tras una soleada mañana de domingo en la que la Policía de la Comarca de Pamplona no dio abasto para explicar a la ciudadanía que el quédate en casa significa quédate en casa por el coronavirus, los agentes vivieron ayer una jornada acorde al Estado de Alarma. Organizados para minimizar el contagio (no coincidir en el cambio de turno, parejas estancas, patrullas unipersonales...) han respondido a muchos interrogantes: ¿se sanciona en virtud de la Ley de Protección Civil o la de Seguridad Ciudadana? ¿Puede abrir una tienda de chucherías? ¿En la panadería se puede servir café al cliente? ¿La palmera de chocolate es de primera necesidad? ¿En la tienda de la gasolinera se puede comprar un ambientador de coche, o solo alimento?

“Hemos recibido infinidad de llamadas”, explica el jefe de Policía de Ansoáin, Gorka Jiménez, sobre las dudas del qué sí y qué no. Jiménez echa en falta instrucciones precisas “para no generar inseguridad jurídica en el ciudadano”, aunque reconoce que “se están creando cauces de comunicación entre administraciones” para ofrecer una respuesta común. En Ansoáin detectaron “muchísima gente” en la calle el domingo, incluida una madre saltando a la comba con sus hijos. Y precintaron un pipican en el que se agolpaban vecinos. Pese a los casos puntuales, “la ciudadanía está concienciada. No es plato de buen gusto para nadie, pero se trata de tener responsabilidad”. En Barañáin también realizaron el domingo “multitud de advertencias en el paseo del Arga para que la gente regresara a casa. Hoy han cumplido, e intentaremos ahondar en la información y pedagogía para que se tome en serio las medidas”, dice el jefe de Policía Carlos Eransus.

“La gente está cumpliendo, aunque los menos aprovechan el pan para darse un buen paseo”, opina el jefe de Policía de Berriozar, Juan Ceballos. “No se ve actividad, en la panadería se cumple con la distancia de seguridad y no hay aglomeraciones en los supermercados”, dice. De momento, “no hemos denunciado, solo advertido. Pero la gente ya no se puede hacer la despistada, todos tienen ya conocimiento de lo que no se puede hacer”.

En Burlada su jefe de Policía, Javier Lizarraga, lleva desde el domingo confinado en casa tras trabajar el fin de semana “mañana y tarde, con el coche, metiendo gente en casa...”. Con fiebre, dificultades respiratorias y dolor muscular, hoy se somete a la prueba para conocer si, como apuntan los síntomas, tiene coronavirus. Los 33 agentes de su plantilla realizaron el domingo “un trabajo intensivo de mandar a la gente a casa”, y cerraron el paseo del Arga “porque había aglomeraciones”. En la calle, también “mucha gente mayor que dice que se agobia en casa”. De momento “solo hemos advertido, sin sanción”.

El domingo también fue “un caos” en el Valle de Egüés, reconoce su jefe de Policía Iñigo de Carlos, con “cientos de advertencias por turno para que la gente se fuera a casa”. Ayer, quizás también gracias a la lluvia, sin incidentes. En Noáin más de lo mismo, con “muchas advertencias a gente que desconocía la norma, porque interpretaron que entraba en vigor el lunes”, opina el jefe de Policía Juan Tomás Zubasti. “Hoy se ha comprobado que la gente efectivamente se dirige a uno de los supuestos autorizados”. Zubasti reconoce la dificultad de verificar, por ejemplo, si un vecino que dice ir a por el pan actúa de buena fe o miente. Y advierte: “Si se confirma el incumplimiento del confinamiento, se sancionará”.

En Villava una persona fue detenida el sábado tras vulnerar en dos ocasiones el precinto del Gaztegune. Y el domingo había “mucha gente despistada que no tenía muy claro lo que se podía hacer. Pero se lo explicabas y se iban tranquilamente a casa”, concreta Rubén Antúnez. “Nos bombardearon a llamadas con dudas”, asegura. Y cita la “picaresca” de algunos dueños de mascotas. “No puede ser que seas de Burlada y aparezcas con tu perro en Villava, o que te lo lleves de una punta a otra del municipio”. Por último en Zizur Mayor, donde ayer se sancionó a dos vecinos por vulnerar la norma con reiteración, su jefa de Policía, Sandra Irazabal recuerda lo elemental y hace una “llamada a la responsabilidad. Es por la seguridad de todos”.