Son un grupo de estudiantes de Historia y Patrimonio de la UPNA, amigos y vecinos de Burlada. Y se han propuesto salvar el convento de las Madres Redentoristas. O al menos su iglesia. El nuevo Plan Especial de Actuación Urbana (PEAU) de la localidad plantea la construcción de 287 viviendas en los solares ubicados en el límite con Villava, en el entorno de la fábrica abandonada de Ciganda. "Si bien esto trae consigo una buena noticia para el pueblo, este proyecto contempla al mismo tiempo el derribo del convento de las Redentoristas, abandonado desde 2008", explican los jóvenes en su proyecto.

El entorno de la antigua fábrica de Ciganda, junto al convento de las Madres Redentoristas. FOTO: Javier Bergasa

"La más que probable desaparición de dicho elemento patrimonial ha motivado diversas propuestas para su conservación, que nunca han terminado de cuajar. Ahora, cuando un nuevo PEAU está sobre la mesa, se hace más patente que nunca el desapego de autoridades y empresas, así como su desinterés por uno de los pocos edificios de más de un siglo de historia que todavía quedan en Burlada", explican.

La parcela, con la iglesia en la esquina inferior derecha, en la que el nuevo PEAU plantea 287 viviendas.

Aunque reconocen que lo deseable sería la conservación del conjunto del convento, plantean "la conservación de la iglesia, de una sola nave y que apenas ocupa una pequeña parte de toda la parcela de la congregación (edificios, huertas, etc,), que permitiría la instalación de un punto de atención al peregrino". "Así le das un uso y pones a Burlada en el mapa del Camino de Santiago", reconoce Álvaro Alonso, uno de los impulsores de la iniciativa. En breve iniciarán una recogida de firmas para recabar apoyos y plantearán su propuesta a los grupos.

La oportunidad del Camino de Santiago:

"Es precisamente el Camino de Santiago, que atraviesa nuestra localidad, el que nos ofrece la oportunidad de proyectar un nuevo uso y dar un nuevo sentido al patrimonio. Burlada, además de carecer de patrimonio histórico más allá de casos aislados como el puente viejo, no ofrece a quienes realizan la ruta jacobea ningún tipo de información y atención, más allá de las señales pintadas en el sueño. Se trata por lo tanto de colocar a la localidad en el mapa del peregrinaje, algo de lo que las autoridades burladesas presumen en congresos sobre el Camino sin después poner en marcha iniciativa alguna", añaden.

Ese punto de atención a peregrino consistiría, según la propuesta, en el "aprovechamiento funcional del templo, con baños y botiquín para los turistas, una zona de descanso para resguardarse ante inclemencias meteorológicas y el punto de información como tal. En él se podrían dar mapas y folletos como los que ya dan albergues y oficinas de turismo, indicar que el Camino no sube por la cuesta de Beloso (error que comete gran cantidad de peregrinos) y otros consejos y avisos".

Vista aérea de la zona, con el convento de las Madres Redentoristas, en una imagen de archivo. Foto: Patxi Cascante

Asimismo, añaden, "un espacio se destinaría a la divulgación histórica del Camino y temas relacionados, pudiendo ofrecer visitas culturales a grupos escolares, jubilados y todo aquel que desease conocer algo más de la ruta jacobea. En pleno Año Jacobeo, es un buen momento para impulsar un proyecto que de seguro contaría con el apoyo de la Administración, pues añade un aliciente cultural y turístico a la localidad".

A grandes rasgos, finalizan, "esta es la actual situación. Un proyecto en marcha que, en busca del máximo beneficio, arrasará con uno de los principales bienes patrimoniales de Burlada, motivo que ha llevado al planteamiento de alternativas al total derribo del inmueble".

Historia del convento:

El texto de estos estudiantes recuerda que "durante los primeros años del siglo XX, Burlada fue testigo de la construcción de un gran convento en su calle Mayor. Las Madres Redentoristas, llegadas en 1915 desde Carabanchel Alto (Madrid), fueron la primera congregación religiosa en instalarse en una localidad de escasa población y que por aquel entonces pertenecía administrativamente al valle de Egüés".

Construcción del convento, a comienzos del siglo XX. Foto: Archivo de Navarra

"Ya instaladas en la localidad, las monjas convirtieron este convento en un lugar de vocaciones desde el cual salieron religiosas hacia los múltiples destinos en los que estaba presente la congregación".

Sin embargo, en el año 2008, las últimas religiosas (menos de una decena) "salieron del convento tras una emotiva despedida en el mes de marzo. A partir de entonces, esta construcción fue sujeto de proyectos que en gran medida contemplaban su derribo".

La fachada de la iglesia, integrada en el convento. Foto: María Urriza

Si bien se negoció el traspaso de distintos servicios de Cáritas al lugar, "de nuevo en 2014 se planteó su desaparición. En ese momento, los Independientes de Burlada solicitaron su protección legal, si bien Príncipe de Viana argumentaba lo que desde su punto de vista era un escaso valor artístico que dejaba huérfano de toda protección al convento. Curioso cuando se trata de uno de los pocos inmuebles con más de un siglo de historia del pueblo, construido en sillería y que se ha convertido en un elemento característico para todo aquel que accede a Burlada por la rotonda del límite con la vecina Villava".