El jefe de Policía Municipal de Burlada Javier Lizarraga ha presentado su dimisión como jefe del departamento, cargo que ostentaba desde septiembre de 2019 cuando fue nombrado por la actual alcaldesa Ana Góngora (Navarra Suma). Lizarraga relevó a Egoi Beperet, nombrado en la anterior legislatura. Su salida se hará efectiva el 31 de enero de 2022 para que la persona que le sustituya "pueda formarse e informarse de la mejor manera posible y yo pueda finalizar todos los asuntos pendientes que me quedan".

En un comunicado dado a conocer al Ayuntamiento destaca que la decisión "ni el camino y trabajo desempeñado durante este periodo ha sido fácil, un gran reto profesional que acepté con muchísima ilusión pero que definitivamente creo que no he podido asumir de la manera que debía". Decisión que desvincula por otra parte de la gestión de la riada. "Asumo mis errores en este asunto como lo hice ver en la junta de portavoces pero no es el motivo por el que dimito", recalca.

"Vine con la idea de mejorar el departamento que tanto a nivel humano, de recursos, de servicio al ciudadano y de condiciones generales para la plantilla, pero tengo que reconocer que la tarea ha sido más complicada de lo que parecía en un principio, ya que había que saber conjugar las necesidades de la plantilla de policía y las limitaciones económicas del Ayuntamiento".

"Han sido unos años complicados con muchas dificultades en el camino en una situación muy difícil de llevar para intentar conciliar las necesidades de la plantilla con las del ayuntamiento y sus limitaciones", abunda en el escrito presentado a sus compañeros. "Mi idea desde el principio ha sido siempre la misma, intentar que mejore el departamento y las condiciones de todos sus componentes y, aún con todo, sigue siendo la misma", explica en su renuncia.

Asimismo, asume su "fracaso" y "autocrítica" en la tarea de "mejorar este servicio": "He fracasado rotundamente en mi labor y en mi idea de mejorar este servicio". "Nada me ata a un asiento o un puesto por encima de todo, y aunque pueda asumir ciertas "cuotas políticas" que no me puedan llegar a gustar o que me gustaría que fueran otras lo que no voy a asumir jamás es estar en un puesto al mando de un grupo de profesionales que no me quieren a su lado".

Lizarraga sacó plaza en Huarte en 2003 y entró en el cuerpo de Pamplona en 2006, donde trabajó durante diez años en la brigada de prevención antes de entrar a Burlada.

La dimisión se produce dos semanas después de la riada que tuvo nefastas consecuencias en Burlada que anegó diferentes calles, plazas y parkings con más de mil siniestros registrados por el Consorcio de Seguros.