El verano es temporada de viajes y turismo en la ciudad del Ega. Siendo Estella-Lizarra una ciudad con una magistral impronta medieval, y contando con un patrimonio cultural y artístico riquísimo, no son pocos los que año tras año se acercan a descubrir lo que la localidad tiene preparado para ellos. Además, los meses estivales están plagados de eventos y actividades, siendo la Semana Medieval uno de los elementos centrales. Así, según aseguran desde el Consorcio Turístico de Tierra Estella, aunque el número de peregrinos desciende en estas fechas (siendo mayoritario en primavera y los meses de septiembre y octubre), aumenta la cantidad de visitantes y turistas que se acercan a la ciudad. Algunos de ellos llegan de Pamplona, Tudela o Puente la Reina, donde se les recomienda pasar por Estella-Lizarra. De cara a julio, algunos oyen hablar de la Semana Medieval, pero la mayoría de ellos se la encuentran por sorpresa. Lo que más se solicita en los puntos de información turística son planos de Estella y programación estival, “qué ver y dónde verlo”. También son muchos los vecinos y vecinas de la merindad, que no quieren perderse esta cita única.

Los datos muestran un aumento de los visitantes conforme transcurre el año, siendo los meses de primavera los más concurridos. Los viajeros nacionales superan a los internacionales, aunque dentro de estos grupos, el subgrupo de los peregrinos suele ser mayor en personas extranjeras. En julio, el número de visitantes nacionales se dispara en la ciudad del Ega, y uno de las principales cuestiones solicitadas en las oficinas de información es datos sobre la Semana Medieval.

El trabajo que realizan a diario en la oficina del Consorcio, ubicada junto a la estación de autobuses, se ve apoyado por la información facilitada por la oficina de turismo de la ciudad, que se encuentra en el propio camino, junto a la iglesia de San Pedro. Allí, los peregrinos hacen un alto y descubren los rincones a los que poder acudir en la localidad en la que, normalmente, termina su etapa diaria. Ayer, varios de ellos, procedentes de distintos lugares del mundo, salían de las oficinas equipados con sus mapas, dispuestos a pasar un día en la Vieja Lizarra, a espera de continuar su viaje hoy.

PROTAGONISTAS Montse y Toni son dos catalanes que ya comenzaron el camino el año pasado, yendo de Saint-Jean-Pied-de-Port a Puente la Reina. Ahora, lo retoman, teniendo la intención de pasar trece días caminando desde ese punto, hasta Burgos. Son aficionados al mundo del senderismo y de la gastronomía y el camino francés no es el primero con el que se atreven. Así, sus años de experiencia les llevan a tenerlo todo planeado y su hospedaje contratado de ante mano. Ayer por la mañana decidieron salir pronto, a las 6.30 horas, hacia Estella-Lizarra, buscando huir del calor y pasar allí el día, bañándose en la famosa poza del Agua Salada.

Pero al estar esta seca, pensaron en una alternativa, la llamada playa de Los Llanos. En la oficina de turismo les entregaron un mapa y les indicaron cómo ir. Allí se dirigieron con Estefanía, Cycielle, Klaus y Matthias, sus amigos y amigas de camino. Las dos primeras, hermanas, son procedentes de Francia. Empezaron en Saint-Jean-Pied-de-Port y se dirigen hacia Nájera, donde acabarán el trayecto, por ahora. Comenzaron el camino por un motivo religioso y familiar. Planean peregrinar durante una semana y, el año que viene, repetir la experiencia continuando desde donde lo dejen. Calculan realizar el trayecto completo y llegar a Santiago en unos cinco años. Por su parte, Klaus y Matthias son un padre y un hijo alemanes que planean parar en Burgos. Para llegar al punto de salida del camino de Roncesvalles, tuvieron que tomar un tren hasta Bayona.

También de locos fue la travesía de los cinco rusos y rusas que ayer paseaban por la ciudad del Ega. Gleb, Anna, Vova y Anna son cuatro jóvenes de 17 y 18 años que viajan desde San Petersburgo junto a Margarita, su profesora en un club de arte. Oyeron hablar del camino por mediación de un conocido y tras googlear en internet, decidieron que sería una oportunidad muy interesante para su formación cultural. Así, Margarita va explicando a los jóvenes cada elemento que encuentran a su paso, el que se frenará en Nájera. Dicen, les encantaría poder continuar desde allí el viaje en el futuro.

enero 2018337 personas. 318 nacionales. De las cuales, 4 peregrinos y 169 turistas. 19 internacionales. De los cuales, 2 peregrinos y 17 turistas.

marzo 20181.423 personas. 1.358 nacionales. De las cuales, 34 peregrinos y 860 turistas.

65 internacionales. De los cuales, 39 peregrinos y 26 turistas.

mayo 20181.891 personas. 1.330 nacionales. De las cuales, 85 peregrinos y 516 turistas.

561 internacionales. De los cuales, 278 peregrinos y 283 turistas.

julio 20182.239 personas. 1.855 nacionales. De las cuales, 105 peregrinos y 1.437 turistas.

384 internacionales. De los cuales, 114 peregrinos y 270 turistas.