ue Estella-Lizarra tiene problemas de tráfico es evidente, aunque el problema de base tiene difícil solución: falta una variante norte por Lizarra para distribuir el tráfico.

La práctica totalidad del flujo de vehículos que entra y sale de la ciudad lo absorbe la travesía Sancho el Sabio-San Francisco Javier, que se ha convertido en la arteria principal del tráfico relevando, desde hace ya unos cuantos años, al paseo de la Inmaculada, que ha bajado ostensiblemente el tránsito de vehículos.

Esto lo vemos de manera sencilla en los datos que nos dejan los accesos de vehículos a la zona ZEL (Zona de Estacionamiento Limitado), que se puso en funcionamiento a principios de 2019 y con la que se consiguió recuperar la rotación para las plazas de aparcamiento que se encuentran en la zona del ensanche comercial.

La media diaria de vehículos que entran en la ZEL es de 7.500, con cuatro entradas posibles: tres, en la travesía Sancho el Sabio-San Francisco Javier; y una en el paseo de la Inmaculada, que tiene una media de 1.300 vehículos diarios. Es decir, que el 17,3 por ciento de los vehículos que entran al ensanche comercial lo hacen por la Inmaculada, y de ellos un gran número son vehículos comerciales que entran a cargar y descargar.

Así, es evidente que las personas que vienen a comprar entran mayoritariamente por los otros accesos y que el paseo de la Inmaculada se ha convertido en el vial de uso para los servicios y la vecindad de la zona.

También en 2019 se elaboró el PAOC (Plan de Activación y Ordenación Comercial) de Estella-Lizarra, en el cual se marcaba claramente que el paseo de la Inmaculada, con vehículos de servicios, aparcamientos y dos carriles, ejercía de barrera entre las dos zonas comerciales de la ciudad, el casco histórico y el ensanche.

En este Plan, que debe ser el que nos marque las futuras actuaciones para la dinamización de la actividad comercial, se marca como primera línea de acción en el Espacio Urbano, la "Adecuación y mejora de los estándares urbanos del área central comercial" y como actuaciones a desarrollar de manera prioritaria marca las siguientes: ampliación de aceras; peatonalización de tramos; reducción del protagonismo del automóvil y carril-bici (Inmaculada, San Andrés, Coronación, etc.).

Para más abundamiento, la Agenda Local 21, plan que establece acciones enfocadas a mejorar la sostenibilidad ambiental, económica y social de Estella-Lizarra, establece que la ciudad tiene una deficiente red peatonal y de carril-bici, e insta a dar pasos para mejorar esas carencias.

Debido al COVID-19 y la distancia social de dos metros establecida entre personas, se ha evidenciado más que nunca la necesidad de aceras más anchas para pasear y hacer nuestras gestiones administrativas y compras. Infinidad de localidades han cortado al tráfico rodado calles enteras para destinarlas al peatón.

No hace falta irse demasiado lejos para ver ejemplos de ello; basta con mirar a Logroño y a Pamplona. La primera ha utilizado vallas de obra para cortar de raíz las calles, y la segunda ha metido incluso las palas para hacer peatonal parte del paseo de Sarasate "de manera provisional".

En Estella-Lizarra hemos optado por una actuación intermedia para el paseo de la Inmaculada y la calle San Andrés, llamada a ser el principal eje de tránsito peatonal de la ciudad. Mediante una acción de urbanismo táctico (cambios en la trama urbana en forma de prueba con bajo coste y fácil reversibilidad), se le gana espacio al coche y se le da al peatón: unos 2.000 metros cuadrados en el corazón de la ciudad, para ser exactos.

Y se hace mediante pintura verde de fácil borrado, marcadores de suelo que después se utilizarán como tope en aparcamientos de superficie y jardineras de madera con variedades arbustivas forestales de los alrededores de Estella para conocerlas de manera divulgativa (cada una tendrá su nombre y una breve explicación). En total, unos 8.000 € de inversión reutilizable casi al cien por ciento.

Esta prueba nos servirá para comprobar la funcionalidad, así como para el estudio de una futura ampliación del carril bici en la zona, como así recomiendan el PAOC, la Agenda Local 21 y el propio consejero de Cohesión Territorial, que nos acaba de remitir una carta animándonos a desarrollar este tipo de vías ciclables como en toda Europa. Ampliación para la cual ya tenemos dos informes realizados desde Policía Municipal, el I-551/18 y el I-014/19, en los cuales se indica que se utilizaría un carril de la Inmaculada "prácticamente en desuso" y "evitaríamos los estacionamientos en doble fila".

Con la ampliación de la zona peatonal, la ciudad avanza hacia lo que el PAOC define como "estándares urbanos de calidad para la actividad comercial" y la Agenda 21 como "espacios públicos amables de reunión", por lo que ganamos desde todos los puntos de vista.

Y no nos olvidamos del tráfico rodado y la travesía Sancho el Sabio-San Francisco Javier. Esa es la próxima prioridad en cuanto movilidad, y ya estamos trabajando en la mejora del aprovechamiento del aparcamiento subterráneo.

El autor es Alcalde y presidente del área de Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos