El Ayuntamiento de Estella-Lizarra decidió el pasado viernes abrir las piscinas del Agua Salada la primera semana de julio. Esta determinación llegó tras la reunión celebrada entre las áreas de Deportes y Servicios y la empresa Serdepor, gestora del polideportivo y de la instalación, en la que se valoró todas las posibilidades ante el escenario actual. La apertura se realizará con las medidas de seguridad y de higiene necesarias.

Por su parte, los municipios de Allo, Arróniz, Cárcar, Dicastillo, Lerín, Los Arcos, Mendavia, Muniáin de la Solana, Oteiza, Sesma, Viana y Villatuerta también decidieron abrir sus instalaciones tras una reunión de sus representantes en Allo el pasado jueves. Según apuntó Susana Castaneda, alcaldesa de la localidad anfitriona, cada municipio gestionará su apertura en función de sus condicionantes, por lo que algunos lo harán la última semana de junio y otros, la primera de julio.

Para poder abrir será necesario incrementar el gasto en personal y en limpieza y desinfección, así como reducir el aforo, pero, según Castaneda, es un esfuerzo que merece la pena. Además de por una cuestión de seguridad ciudadana, “temíamos que la gente optara por bañarse en los ríos”, también por el bienestar económico de la localidad. “Hay muchas personas con un gran arraigo en el pueblo, con segundas residencias, que son clave para nuestros negocios y que vienen atraidas por las piscinas”. Por todo ello, desde los ayuntamientos apelan a la responsabilidad ciudadana. “Habrá que hacer una labor pedagógica de concienciación, todos tenemos que entender que no van a ser las condiciones de siempre, por lo que habrá que actuar de modo distinto”.

LAS FIESTAS, EN PELIGRO Las fiestas fueron el otro tema tratado en la reunión. Aunque aún no se ha decidido nada definitivo, todo apunta a que los pueblos de la merindad seguirán las recomendaciones de Gobierno de Navarra y suspenderán sus festejos, sumándose así a otros municipios como Estella-Lizarra o Tafalla.