El robo y desaparición el lunes de la semana pasada de los perros de Nerea Olazarán ha acabado bien. Primero con la aparición de Miru, el bordier collie, que sucedió el pasado miércoles tras recibir un aviso de un ganadero de Gorriti. Faltaba encontrar a Gorri y ayer Nerea recibió la llamada de un centro de recogida de animales de Hondarribia en el que le aseguraron que ahí podría estar Gorri, la hembra de pastor vasco. La habían encontrado en Andoain y los agentes municipales la trasladaron hasta el albergue. Hasta allí se desplazó para confirmar que en efecto era su perra.

"Ahora ya están en casa"

Así acabó la historia que ha puesto patas arriba la explotación ganadera de ovejas latxas de esta joven emprendedora de Zudaire que dejó al cuidado de la borda de Urbasa, cerca del Balcón de Pilatos a sus dos perros y a las pocas hora volvió para comprobar que se los habían llevado. "No sé la de vueltas que he dado por un sitio y por otro". "Ahora ya están en casa" aseguraba con satisfacción Olazarán, quien agradeció la ayuda recibida y la difusión prestada a la desaparición de sus perros, "solo así ha sido posible encontrarlos".