espués de cuatro años de lucha, la movilización popular de la Merindad de Estella, con la localidad de Iguzquiza a la cabeza, ha logrado una nueva e importante victoria paralizando la planta de lodos al pie de Montejurra, en el término de Azqueta. Aunque la retirada de la licencia a la empresa Áridos Reciclados es fruto de una sentencia administrativa, la realidad es que ha sido el empeño y la voluntad popular de las gentes de la zona la que ha ganado esta importante batalla. Se ha paralizado así una actividad que supondría un fuerte deterioro para el paisaje, graves consecuencias para el medio ambiente y, en definitiva, un nuevo peligro para la salud de las personas.

No se trataba solo de este potencial peligro debido al tratamiento de tierras de origen y componentes desconocidos, ni de unos olores y elementos contaminantes que se podían expandir por las regatas que terminan en el Ega, por las concurridas autovía y el Camino de Santiago, por los viñedos de las proximidades, sino también porque destrozaban para siempre un paisaje del que nos sentimos especialmente orgullosos por el valor naturalístico de su vegetación arbórea. Han sido cuatro años de lucha, de resistencia por parte de los vecinos de Iguzquiza pero también de otros sectores y organizaciones de Tierra Estella que vuelven a demostrar la necesidad de mantener las formas de lucha y organización popular, más necesarias en estos críticos momentos de pandemia paralizante para no caer en la resignación frente a las injusticias de los poderosos y las leyes con las que imponen sus proyectos.

La autoorganización vecinal, la solidaridad, el apoyo mutuo, las responsabilidades comunitarias, las iniciativas en auzolán, el trabajo cooperativo que los carlistas siempre hemos defendido, no deben ser conceptos teóricos sino el mejor camino práctico para cambiar en beneficio de los intereses populares el mundo que nos rodea. Y también es una vacuna contra esa enfermedad paralizante, una lección de que no podemos resignarnos, conformarnos, ante las injusticias del sistema, de que las formas de movilización popular y cívica no son un esfuerzo estéril a la hora de alcanzar nuestros objetivos.

Este triunfo popular tiene además para los carlistas un significado especial, por el papel que esta montaña ha jugado en la defensa de los intereses no solo de Tierra Estella sino del resto de Navarra y de Euskal Herria frente a las agresiones contra nuestros derechos y libertades, por estar en los campos donde se produjo una de las gestas más memorables de las Guerras Carlistas. Por este motivo, los carlistas nos congratulamos de forma muy especial por esta nueva victoria de Montejurra que, inevitablemente, nos recuerda otras en las que también la voluntad popular se impuso frente a fuerzas que en otros tiempos nos quisieron dominar.

Por eso mismo, seguimos lamentando profundamente que no lejos de esta planta de lodos se siga presentando en el Museo del Carlismo, un organismo perteneciente al Gobierno de Navarra y, por lo tanto, pagado con el dinero de todos, una imagen manipulada del carlismo, en la que se insulta descaradamente no solo al propio movimiento carlista sino a todas aquellas personas que en otros tiempos y de forma muy especial en estas tierras de Estella dieron su vida de forma tan generosa y desinteresada por esos ideales.

Pero de una forma aún más especial queremos recordar y homenajear a nuestro compañero y vecino de Iguzquiza Ramón Ábrego que, pese a implicarse en este combate contra la planta de lodos, lamentablemente no ha podido disfrutar, como nosotros, de la victoria debido a su reciente fallecimiento. Por él, por los vecinos de Iguzquiza y Azqueta, por todas las gentes de Tierra Estella que se han movilizado, pedimos que esta lucha y esta victoria no sean las últimas; que sigamos defendiendo los intereses populares, una naturaleza que nos permitirá humanizar esta sociedad tan vacía de principios y valores que nos lleva a la autodestrucción. Esta es la lección, el ejemplo a seguir. Por desgracia, todavía hay muchas cosas que salvar en Navarra, Euskal Herria, en las Españas y en el mundo. Frente a los abusos del poder, frente a las injusticias del sistema, frente a la resignación y la parálisis, movilización popular y lucha: ¡Denok Batean!

Aurrera.

El autor es Secretario general del Partido Carlista de Navarra