Tras diez meses de ausencia por la pandemia, Estella recuperó ayer la actividad municipal en el salón de plenos en una jornada en la que solo los concejales compartieron el espacio con los medios de comunicación ya que para el público se habilitó una pantalla desde dónde pudo seguir en directo la evolución de la sesión en la que también se estrenó un nuevo sistema de vídeo actas para consultas posteriores.

Un pleno en el que destacó la unanimidad en la moción presentada por el concejal no adscrito, Jorge Crespo, en la que se instaba al Gobierno de Navarra para que incluyera en el anteproyecto de la Presupuestos de 2022, una partida para la ejecución de un nuevo centro de salud. Una moción que salió adelante con el matiz del representante del PSN, Ibai Crespo, de que en lugar de pedirlo para los próximos presupuestos sea "lo antes posible". Eso sí por parte de EH Bildu se instó a que sea el Gobierno de Navarra quien indique qué tipo de parcela necesitaría para llevar a cabo el futuro proyecto.

Pero la mayor discrepancia en el pleno hizo que la ausencia del concejal de Geroa Bai, Pablo Ezkurra, necesitará del voto de calidad del alcalde Koldo Leoz, ya que Gobierno y oposición quedaron empatados a ocho concejales. Fue en la defensa de la impugnación al TAN por parte del portavoz del grupo Navarra Suma, Gonzalo Fuentes, del acuerdo del pleno de febrero en el que se aprobó la Plantilla Orgánica con advertencias sobre el requisito del euskera sobre algunas de las puestos de trabajo del consistorio. La ratificación del acuerdo del pleno salió adelante a pesar del voto en contra de Navarra Suma y PSN.

Finalmente, el equipo de Gobierno presentó la modificación presupuestaria que retiraba 60.000 euros de la partida de Fiestas Patronales para trasladarla hacia la de Actividades Culturales. Un paso que fue aprobado por asentimiento de todos los ediles presentes en este regreso de los grupos al salón de plenos del ayuntamiento.