Con una llamada a la responsabilidad ciudadana acabó el pleno de Estella-Lizarra en el que la coalición Navarra Suma quiso responsabilizar al equipo de Gobierno de uno de los botellones celebrados en Estella. En concreto el que se produjo el pasado 16 de junio tras la celebración de un concierto organizado por el colectivo de Gazte Asamblada y que acabó con la concentración de decenas de jóvenes en el casco viejo de la ciudad. Una circunstancia que, desde el grupo de la oposición, se quiso hacer coincidir con el incremento de infecciones de covid que ya comenzaba a incrementarse en el área de salud de Estella.El alcalde, Koldo Leoz (EH Bildu) reconoció que aquella noche, como en otras desde el mes de mayo, se produjeron “imágenes lamentables que no se deberían haber producido” pero que apoyaba la decisión de los cuerpos policiales (Policía Municipal, Policía Foral y Guardia Civil) de no intervenir, “podría haber sido peor la solución que lo que se trataba de impedir”. El alcalde advirtió de que se venían produciendo concentraciones en distintos puntos de la ciudad y que ya realizaron un informe que se envió tanto al Gobierno de Navarra como a Interior. Por su parte, para el concejal de Cultura, Regino Etxabe, lo sucedido en Estella “no es nada que no esté pasando en cualquier localidad de Navarra, del Estado o de Europa”.

Agresión homófoba

Con todo, la sorpresa se presentó en el turno de ruegos y preguntas, cuando el concejal no adscrito, Jorge Crespo, denunció una agresión “Lgtbifófica” que se produjo el pasado miércoles en un vehículo de Tierra Estella Bus, donde una persona fue increpada con términos de “maricón de mierda, gay de mierda; te voy a rajar; sé dónde vives...”. Una agresión ante la cual Crespo indicó que “no podemos callar porque el silencio nos hace cómplices y da alas a quien ejerce esa discriminación” . Invitó, también, a la convocatoria de concentración que se ralizará mañana viernes en la calle Baja Navarra.