Los restos de Francisco Lecea Sancho volvieron a Mendavia 83 años después

Un gran día para la familia y un reto para la asociación y su presidente, Félix Valerio: “Francisco, hemos tardado 83 años pero por fin te hemos traído a casa. Bienvenido a Mendavia de donde nunca deberías haber salido”. Un acto en el que no pudo llegar uno de sus dos hijos, Teófilo Lecea, fallecido apenas hace tres meses. Su hijo Andrés, aseguró que nunca oyó a su padre “hablar mal de nadie del pueblo”. Recordó también el papel fundamental de su abuela Fermina que con sus dos hijos tuvo que salir de Mendavia a Burgos para evitar las represalias “como le ocurrió al resto de las mujeres mendaviesas que lo pasaron muy mal”, comentó ayer Andrés. También intervino Rosa, otra nieta que aseguró que la familia se sentía afortunada “porque todavía hay muchos asesinados de Mendavia sin encontrar”. También habló Teresa Lecea quien resumió el acto de ayer con un verso “Los queremos aquí... empuñando azadones para la siembra nueva”.

El acto oficial contó con la apertura de los representantes del Instituto Navarro de la Convivencia, Josemi Gastón, César Layana, Manuel Ibáñez y el director general Martín Zabalza quien pidió “el mismo compromiso que habéis demostrado hasta ahora en Mendavia y si es posible un poco más”. Zabalza subrayó la importancia de estos actos de memoria “son muy reparadores y también muy necesarios”. También la alcaldesa de Mendavia, Mari Jose Verano quien aseguró que “hoy Mendavia recibimos a Francisco con orgullo porque murió por defender la libertad y la justicia”.

La familia de Francisco sufrió la represión y su viuda tuvo que marcharse del pueblo e ir a vivir a Burgos con sus dos hijos. También tuvo dos hermanos asesinados tras el golpe militar de 1936. El mayor, Manuel, nacido en Mendavia en 1895, era labrador, estaba casado, tenía seis hijos y estaba ligado a la UGT. Fue asesinado en Sansol el 29 de julio de 1936, a donde fue conducido desde la cárcel local de Mendavia. Lorenzo nació en 1912, era soltero, jornalero, y adscrito a la CNT. Fue detenido y conducido a la prisión de Pamplona, donde permaneció del 29 de julio al 3 de agosto de 1936. Fue asesinado en Urbiola el 7 de septiembre de 1936, tras pasar por la cárcel de Estella-Lizarra. Un cuarto hermano, Toribio, se vio obligado a alistarse en el Tercio Sanjurjo, y consiguió sobrevivir.

El acto contó también con representantes de diferentes asociaciones memorialistas, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y de Nasertic. Por parte del Gobierno de Navarra acudió la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, quien relató las vicisitudes del hallazgo de los restos de Francisco Lecea, asesinado en la Fuga de Ezkaba de 1938 que protagonizaron 794 presidiarios de los que solo tres volvieron al penal. En muchos casos fueron localizados y asesinados en el mismo lugar. Fue el caso de Francisco, cuyos restos fueron los primeros en ser identificados en la fosa de Olave/Olabe, en febrero de 2016, y en la que se encontraron enterrados dieciséis cuerpos todavía sin identificar.

Por su parte, Ollo recordó el compromiso con la memoria que demostraron familiares y vecinos de Mendavia desde las exhumaciones más tempranas, “ha sido toda una inspiración para quienes hemos venido después”. “Nunca una sociedad puede ser democrática y justa si no recupera su memoria”, finalizó la consejera.

Con Francisco Lecea son ya 31 las personas identificadas por el Banco de ADN del Gobierno de Navarra, gestionado a través del Instituto Navarro de la Memoria, que ha abierto 285 expedientes. En torno a la Fuga de Ezkaba, son ya nueve los fugados identificados, y se han tomado muestras genéticas de familiares de otros cuarenta más. En Mendavia , con todo, “quedan la mitad de los asesinados sin localizar” afirmó ayer, Félix Valerio.

“Francisco, hemos tardado 83 años, pero por fin te hemos traído a casa”

Presidente Memoria 1936

“Una sociedad no puede ser democrática y justa si no recupera su memoria”

Consejera Relaciones Ciudadanas