Julen Azcona es un joven periodista de 26 años de Estella-Lizarra que hace tres años decidió dedicarle un año a la literatura y sacar adelante el proyecto de su primera novela. Fruto de aquel trabajo que realizó encerrado en una casa de Allo en Tierra Estella, nació Lodo, una novela publicada por la editorial Dos Bigotes, especializada en temática LGTBI y que esta semana acaba de salir a las librerías.

Una novela que recoge un periodo muy concreto de un periodista en una pequeña redacción de la publicación local de su pueblo. Muestras autobiográficas que ayudaron al autor a trazar una historia que arranca con los mimbres de una novela negra con aparición del cuerpo de una periodista en el fondo de una planta de lodos, pero en la que se maneja un lenguaje propio y la recreación de un universo particular que hacen que la lectura de las líneas vaya atrapando al lector intentando descubrir la verdad como si de un artículo de sociedad en el periódico se tratara.

Para ello recrea una comarca como la de Tierra Estella y una ciudad como Estella-Lizarra y la transforma en Ariza-Enea, una localidad donde el euskera y el castellano conviven y donde hay quien hace de este tema una linea de separación. Un universo donde realidad y ficción se miran de frente y se retroalimentan.

Con todo, Julen va más allá de la excusa de una muerte accidental o no, para arrancar con su primera iniciativa literaria en serio. Utilizó un año sabático para escribirla "y me lo tomé como un trabajo, como una jornada laboral con horario de mañana y de tarde", recuerda Azcona de su año enclaustrado en la casa de sus abuelos en Allo, donde fue a buscar el ambiente de un pequeño pueblo de la zona media de Navarra en el que el paisaje y los campos también fueran los protagonistas junto con sus personajes.

Se trata de una novela que habla mucho de su generación -nació en 1995- aunque en sus páginas describa con precisión personajes de distintas edades. Azcona explora en su obra el mundo de un joven que siente que su vida se ha quedado estancada "algo que pasa con frecuencia a los jóvenes" y lo tiene que hacer en una sociedad de la que había decidido alejarse al ir a vivir a Barcelona; pero las circunstancias de la vida le obligan a regresar.

La muerte de un excompañera, la familia, el periodismo como oficio y la atmósfera asfixiante de una pequeña localidad serán los elementos con los que pone en marcha una historia ambiciosa en la que Azcona ha encontrado el tono; ha descubierto un mundo y ha creado personajes inolvidables que lo pueblen. "Me interesó mucho investigar la simbiosis del protagonista con su compañera fallecida". Todo esto huyendo de los tópicos de la novela negra conjugando la realidad y también el humor.

Azcona admite con claridad referencias e influencias. La primera es la del El guardián entre el centeno de J. D. Salinger, "una novela cuyo lenguaje coloquial me abrió la mente", a la que sigue Lolita de Vladimir Nabokov, cuya voz también tomó para contar la historia a una tercera persona. "Seguramente ambos libros los cogí de la biblioteca de Estella en la que he encontrado muchos de los libros que no podía comprarme", reconoció en el acto celebrado precisamente en la biblioteca municipal de Estella-Lizarra en la que estuvo acompañado del periodista de DIARIO DE NOTICIAS, Javier Arizaleta.

Pero Azcona también admite influencias audiovisuales de series de televisión, la más señalada Heridas abiertas (HBO), de donde captó la importancia de la utilización de diferentes metáforas en las historia.

A la vocación narrativa y periodística, Azcona ha añadido otras formación relacionadas con el cine y el mundo audiovisual y junto a estos, otro de los protagonistas de la novela es la música. "Ahora que a los que hace poco éramos jóvenes ya nos han sustituido por los milenials y su Tik Tok, tengo que reconocer que la música es importante en la novela aunque alguno de los grupos ya ni existe". Entre los agradecimientos a Paulina Rubio, Gabitu o Amaral está uno especial al tema Antes de morirme de Rosalía y C. Tangana. "Yo hago los agradecimientos aunque ellos ni se van a enterar". Una lista que acoge nombres como García Lorca, Walt Disney, Carmen Laforet, Pedro Almodovar.

Y no es casualidad que Azcona cite al director manchego creador de grandes personajes feministas y LGTBI. "Para mi que el protagonista sea gay es lo más normal, es mi pan de cada día y eso es algo que creo que enriquece mi texto. Estamos aburridos de personajes heterosexuales. Estamos en el momento de las mujeres y estamos en el momento de las mujeres que están haciendo una narrativa de las historias de las mujeres. El feminismo y la lucha por la libertad LGTBI van de la mano. La lucha de la mujer es lo más importante y la LGTBI también, aunque haya ahora un partido de ultraderecha que está tratando de impedirlo", finalizó Julen Azcona ante un auditorio que abarrotó la presentación de Lodo, en los bajos de la biblioteca de Estella, que le vio hacerse escritor y donde leyó muchos de sus libros que ahora forman parte de su potente voz narrativa.