Los excelentes músicos de Artajona cuajaron un memorable Pamplona tu eres la perla del norte. Lo hicieron durante la lidia del 5º, lidiado por Gilio. Más a propósito hubiera enmarcado una de las de Expósito. El pamplonés, de 42 años y residente en el Valle de Egüés, abrochaba esta tarde su carrera como novillero con picadores. Superaba, así, las 25 preceptivas novilladas picadas para poder doctorarse en Tauromaquia. Y lo hará en una semana, el día 12, en Sangüesa. Se convertirá en el 14º diestro de a pie navarro. Muy bien vestido de rosa palo y azabache, y chaleco en oro, mostró que tiene condiciones suficientes para cumplir el sueño de toda una vida: ser matador de toros. Mucho mérito y realidad que muy pocos de quienes lo han deseado toda su alma, como él, lo alcanzan. Está preparado, aunque su capacidad y recursos, el estar puesto, que se dice en el argot, para aspirar a a vivir del toro son los que son: un tesoro para siempre, aunque el rédito no exista. Mató con más que dignidad a sus dos utreros de la desigual novillada de Toros de Sobral. Ante el primero de la función, un terciado y colorado Malquerido, estuvo precavido y solo intentando buscar el acople con ayudados por el pitón izquierdo. Salió Expósito con muchas más ganas ante el ya más cuajado cuarto, un negro Rezador. La faena tuvo momentos de clase: Los doblones de inicio de faena de muleta, alguna serie corta por ambos pitones y buenos pases de pecho. Tuvo la buena compañía en la lidia y en banderillas de otro navarro, Pablo Simón.

Arturo Gilio en un pase de pecho ante el castaño al que cortó una oreja.

El toreo más importante de la tarde lo aportó el mexicano Arturo Gilio II. La oreja obtenida ante el segundo, otro novillo escaso de romana y que atendía a Recluido tuvo suficiente petición y peso. Sin embargo, los momentos con más interés taurómaco se vieron en la pelea que mantuvo con Lavado, el sardo que hacía quinto. Novillo que, como toda la corrida, acudió en, al menos dos ocasiones al caballo. El sardo fue hasta tres veces, pero bajo la belleza de su pelo tricolor debió tener una piel de acero. El piquero de turno apenas logró meterle las cuerdas. Animal mansito, pero con poder y emoción. Gilio estuvo a la altura y se justificó con asentamiento y poder.

El muy joven y menudo Marcos Linares mostró buena escuela ente el Peinado tercero. Faena limpia, entonada por momentos y oreja. Ante el muy serio 6º, dimitió de primeras.

Los novillos

l Toros de Sobral. 6 utreros de pelajes variados. Desiguales de presentación. Algo terciados los 3 primeros y con más cuajo el resto. Manejables. Los mejores, 2º y, sobre todo, el 3º. El sardo 5º, con querencias y despistado, tuvo importancia. El sexto, complicado.

Los Novilleros

l Francisco Javier Expósito. Estocada atravesada y varios descabellos (saludos). Y pinchazo y media estocada (petición y vuelta al ruedo).

l Arturo Gilio II. Estocada (oreja). Y estocada algo atravesada (petición y vuelta al ruedo).

l Marcos Linares. Estocada un punto caída (oreja). Seis pinchazos y dos descabellos (pitos).

Las gradas

l Presidencia. Bien a cargo de Juan Carlos Castillo. Negó 2 orejas por peticiones insuficientes.

l Incidencias. Algo más de media entrada en tarde veraniega.