A cada oreja en la novillada picada en Tudela

Lalo de María sustituyó a Páez, inicialmente en los carteles. El primer utrero, Caminante, un castaño chorreado, salió suelto y el francés tuvo que lancearlo al hilo de la solanera donde es acompasado con olés en sus verónicas de recibo. Cumple con fijeza el utrero en el caballo. Con la muleta el galo sale trompicado en la segunda serie en redondo. Por la izquierda se queda más corto el animal. El espigado y rubio novillero se desmelena otra vez sobre la diestra, volviendo al apoyo del sol. El novillo no admite mucho, soltando la cara en la mitad de los embroques. Molinetes y desplante. Manoletinas. Estocada trasera y la gente se pone a a gritar Gibraltar es español y no piden oreja. Modas.

El cuarto fue un Gavilán castaño y bocidorado de mejores y bonitas hechuras. Empuja con fijeza al caballo en la mismísima puerta de toriles. Le cuesta moverse, pero lo hace menos rebrincado que los anteriores utreros. El galo pasa esta vez de la solanera y se centra en los medios en una faena más relajada por ambos pitones y con buenos pases de pecho. Lalo acorta distancias al final y se lleva los pitones a las bandas de la taleguilla. Por fin, prontitud con la tizona.

Diego Bastos se las vio en primera instancia con Cantaor, un negro terciadillo, pero de finas hechuras, que también cumplió ante el penco. Calamocheo molesto del utrero, mas el sevillano se muestra firme. Por la izquierda se desplaza más y, a pesar de viento molesto y la rebrincada acometida, Bastos lo domina con mérito. Faena de zurda larga y trabajada. Ruidera en sol. Faena escasamente valorada. Tardea con los aceros el sevillano. Al quinto, Cominero, otro castaño con mejor estampa que los primeros, lo saluda el sevillano con el mejor ramillete de verónicas de la tarde. Otra vez el tercio de varas en el toril, donde empuja el novillo. Insistente voluntad de Bastos ante un antagonista encogido y falto de casta. Una pena. El novillero, asentado y por encima. Oreja a la entrega y recursos.

Víctor Cerrato recibió a portagayola a su primero, tercero de la función, otro de los castaños del encierro y de nombre Pateador, casi en la boca de riego como se acostumbra ahora. El encuentro, bien, pero enseguida fue desarmado al intentar pararlo. Luego, lo consigue con media docena de buenos lances. Al relance, cabecea la gregoriana el novillo sin emplearse. En el último tercio, como sus hermanos, se mueve con inercia, pero soltando la cara, sin clase y perdiendo las manos en varias ocasiones, El menudo chaval de Leganés lo intenta con voluntad por ambos pitones. Poco en limpio y augurado desarme por el calamocheo defensivo del de Artalejo. Cerrato no se amilana y se pone con valor y buena técnica cuando se pensaba que no había nada que hacer. Final de faena templada al natural con leve compás. Molinetes y desplantes. Por encima, pero mal con la espada. Vuelta un tanto por su cuenta. El madrileño cerró plaza ante un sexto, colorado y chorreado, que atendía a Acentuado. Lances por chicuelinas de salida. Buen puyazo del piquero. Faena de poder de Cerrato ante un animal noble, aunque sin terminar humillar. Puesta en escena por encima. Espada baja y otra oreja, empatando con sus compañeros.