Se acabó. El Pilón de Falces ha echado la persiana y lo ha hecho con una carrera muy rápida y sin graves incidentes. Y es que, aunque han sido muchísimas las personas que se han acercado hasta la localidad ribera ante el morbo de ver qué hacían este domingo las vacas del ganadero local, Teodoro Vergara, que el lunes protagonizó un encierro de infarto, finalmente la manda ha bajado algo separada, incluso con una última res cabecenado a derecha e izquierda, pero sin problemas.
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