Tocaba olvidar la jarana del inicio festivo y adoptar una compostura algo más seria y solemne. Y es que los marcilleses y marcillesas salieron ayer por la mañana en procesión para celebrar el día grande. La talla de San Bartolomé, arropada por decenas de vecinos y vecinas recibió, además, diversas muestras de cariño en forma de jotas y danzas.

La comitiva partió hacia la parroquia a mediodía con los gigantes, cabezudos, gaiteros y danzantes abriendo paso; con la corporación que preside Esther Villanueva y con la presencia de la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, por detrás; y, cerrando filas, la Banda Joven. Una vez, y ya dentro de la iglesia, llegaron las Cortesías al Santo, “un momento muy emotivo y especial”, tal y como recalcaban algunos y, allí mismo, el alcalde infantil, Yago Padilla, le colocó, con un pulso de acero, el pañuelo a la talla del patrón.

Los danzantes de Marcilla fueron a la residencia de ancianos durante la misa. Iñaki Porto

Los honores llegaron este año también forma de jota, como no podía ser de otra manera en Marcilla y, en primer lugar, Raúl Palacios cantó en la plaza del Postigo En tu rostro, un resplandor, mientras que en la plaza de España los y las integrantes de la escuela de jotas del municipio interpretaron San Bartolomé, patrón.

Los y las integrantes de la escuela de jotas cantando en la plaza. Iñaki Porto

Por otro lado, y como novedad, los gaiteros, entre los que se encontraba Iraitz Padilla, el músico más joven que debutó ayer por todo lo alto, y los danzantes fueron a la residencia para deleitar a las personas mayores con varios bailes. La alegría y la ilusión al verlos llegar, relataban, “fue muy satisfactorio”.

Yago Padilla colocándole el pañuelo al patrón. Iñaki Porto

Además, y por segundo año consecutivo, en la corporación de vuelta los propios gaiteros y la banda interpretaron La Exploradora que bailaron al unísono gigantes y danzantes. La Polonesa sirvió para cerrar este acto matutino.

Amplia y variada agenda

Con un presupuesto de 200.000 euros, entre fiestas grandes y pequeñas, exponía Maider Villanueva, edil de Festejos desde el pasado 30 de mayo cuando tuvo que tomar posesión tras la dimisión de una compañera, explicaba que el programa presenta diversas novedades que espera gusten a pequeños y mayores.

Ahí están, por ejemplo, el Chupinazo’s Camp, el concierto de los 40 Principales, el deporte rural, un escape room o el Grand Prix el Día de las Peñas. “Siempre es bueno introducir cambios y más si vienen de propuestas del pueblo. Se hacen varias reuniones a lo largo del año con las peñas y ahí plantean diversas actividades como, por ejemplo, adelantar la verbena del día del chupinazo, una gran idea porque terminaba la Salve y no había música”.

Villanueva asegura que vivirá esta semana “de manera diferente porque tendré que estar más pendiente, pero, como siempre he intentado estar en todos los actos, ahora será la excusa perfecta”, y aprovecha para desear que “estos días se vivan y disfruten con respeto y, a poder ser, que se queden con un muy buen recuerdo para que cojan con ganas las fiestas del año que viene. Ojalá que siempre que se junten con otras personas y cuenten anécdotas que seguro dejarán estos días se dibujen en sus caras grandes sonrisas”.